Bradley Wiggins, una vida llena de sobresaltos
Tres veces campeón olímpico, ex alcohólico y de familia humilde, Bradley Wiggins sabe perfectamente lo que es estar arriba y abajo, tanto en el sillín de su bicicleta como en su vida lejos de las carreteras.
Pero nunca llegó tan alto como ayer, cuando se convirtió en el primer británico en ganar el Tour de Francia, la ronda ciclista más pretigiosa del mundo.
Superó la muerte de su padre, una adolescencia en un barrio problemático, la adicción al alcohol y una dolorosa retirada del Tour 2011, para el que partía entre los favoritos. Sin embargo, Wiggins no quiere que se olvide su pasado.
"Esto te transforma", señaló el británico, cuya vida hace tiempo no tenía ningún equilibrio víctima del alcohol, lesiones y fracasos deportivos. Entrar en la historia del deporte lleva su tiempo. Más aún en el ciclismo, una disciplina en la que los éxitos se convierten en fraude con extraña facilidad.
Hijo de un conductor de tren australiano, Wiggins nació en 1980 en Gent, Bélgica. Dos años más tarde se mudó con su madre a Kilburn, un área problemática de Londres. Su padre abandonó la familia temprano y en 2008 fue asesinado por causas desconocidas. El abuelo del ciclista, que falleció hace dos años, se convirtió en figura paterna en la vida de Wiggins.
Su carrera deportiva comenzó en la pista y sus primeros éxitos llegaron en el óvalo. En Atenas 2004 ganó el oro olímpico en persecución individual, título que retuvo cuatro años más tarde en Pekín, donde sumó otra presea dorada en equipos. Wiggins agradecerá siempre los dos oros de Pekín a su mujer, Catherine, y a sus hijos. Después de 2004, el ganador del Tour comenzó a beber y sus compañeros le apodaron el hooligan. Sin embargo, pudo detener el vicio gracias a su familia. Se tatuó una "B" en cada uno de sus pulgares: una por su hijo Ben y otra por su hija Bella.
"El paciente inglés", lo calificó el diario francés L'Equipe. Pero fue esa paciencia la que le llevó a lo más alto del podio de París, un lugar reservado sólo a los más grandes.
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