Cabezas paladea el oro en casa
El base visitó 'Málaga Hoy' con su medalla colgada al cuello, contó sus sensaciones por el logro conseguido en Polonia y se prepara para iniciar el domingo la pretemporada con el Khimki en Estepona
Es miércoles y la sonrisa no se le quita de la boca a Carlos Cabezas. Mira orgulloso su medalla y se la cuelga para la foto. Aún saborea el título continental conquistado el domingo en Katowice. La gloriosa selección española de baloncesto fue por primera vez campeona de Europa y allí hubo un malagueño sobre la pista para contarlo. "Lo pasamos mal, tras el partido de Turquía nos dijimos durante una hora las cosas a la cara. Nada de malos rollos, simplemente verdades. Y ahí cambió todo, acabamos ganando cinco partidos por 20 puntos", relata en su visita a Málaga Hoy. En su apretada agenda de agasajos después del oro, Cabezas tuvo el detalle de acercarse a Calle Martínez y contar sus vivencias.
Por la calle, la gente le reconoce, le para y le da la enhorabuena. "Mejor esto que te critiquen, ¿no? Noto que en Málaga la gente me quiere igual a pesar de haberme marchado del Unicaja. Creo que lo entendió perfectamente", cuenta Cabezas, que en estos días llena las maletas para preparar la mudanza a Rusia. Tras hacer el saque de honor el sábado en el Málaga-Barcelona, se concentrará el domingo en Estepona con su nuevo equipo, el Khimki. Estará allí una semana, en la que se intercalarán dos amistosos con CB Granada y Cajasol.
Antes, un par de días de descanso para desconectar, aunque habrá también homenajes en Marbella. Es el gustoso peaje por formar parte de la mejor selección de Europa y del mundo. "Pau Gasol es un extraterrestre, increíble, el mejor. Cuando él se puso bien todo fue más sencillo. En ningún momento ha habido problemas entre nosotros, al contrario. La clave para levantarnos fue la unión del grupo", afirma Cabezas antes de marcharse para cenar con su novia, su hermana y su cuñado y revivir las doradas experiencias polacas.
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