Contra el Cajasol y las lesiones

Unicaja | cajasol · la previa

Recaída McIntyre no se entrenó ayer por la fascitis y su concurso en el derbi andaluz es dudoso Regreso Carlos Jiménez vuelve al equipo tras dos partidos ausente

McIntyre salta sobre Mallet en el partido de Euroliga.
McIntyre salta sobre Mallet en el partido de Euroliga.
José Manuel Olías / Málaga

24 de octubre 2010 - 05:02

Huele a hospital en el Carpena y tapa el aroma de derbi andaluz en la matinal dominguera. El Unicaja combate contra el rival y contra las lesiones, dos enemigos antes del partido. El parte médico se queda en el vestuario a la hora de jugar, pero es severo. Con Saúl y Panchi fuera de combate al menos hasta la semana próxima, la fascitis no abandona a Terrell McIntyre, que ayer no se pudo entrenar y es duda razonable para jugar hoy. Tampoco se ejercitó Uros Tripkovic, que ante el Charleroi engrasó su muñeca pero se fastidió su tobillo. En el método Aíto, quien no entrena no suele jugar. Ahí también se avista una novedad positiva. Jiménez ha completado los dos entrenamientos posteriores al encuentro ante los belgas. Jugará esta mañana.

Hecho el parte de guerra, Aíto recuenta soldados para la causa. El base Carlos Cobos ya debutó el jueves en Euroliga y hoy dirigirá el juego junto a Freire y el respaldo de Berni si se decide no forzar a McIntyre. Freire está decidido a no desaprovechar la oportunidad que se le ha presentado. Le faltan minutos, equivocarse sin la presión de que se irá al banquillo, tener confianza. Desborda hambre y ganas, contagia ilusión para defender. Cobos es más mesurado y de maduración tardía, pero con 22 años aún tiene recorrido.

También recurre Aíto a Pablo Almazán, un pujante alero de 2.01 recuperado esta temporada para jugar en el Clínicas tras hacer la mili en Plasencia y Jerez. Es uno de los puntales del equipo de Paco Aurioles, que no podrá contar con ellos hoy en León. Del primer equipo no queda mucha gente sana, pues. Uno de ellos es Berni, máximo anotador del equipo en este inicio liguero. Toca madera, aunque ya agotó el cupo de lesiones en las desafortunadas últimas temporadas. El juego interior también parece ahora indemne a los problemas físicos, cuando suelen ser los más castigados. Aunque Printezis está presente de cuerpo pero no de espíritu. Todo lo contrario que Guille Rubio, henchido de confianza y ganándose con el sudor de su frente minutos de juego cuando ya no se creía en él. Sí está Joel Freeland, con esa insultante facilidad para hacer números que le debe convertir en el líder de este equipo cuando congenie con los nuevos bases. Y Archibald, al que le falta un punto de explosividad para aproximarse a su mejor versión aunque ofrece su clásico oficio en los dos aros.

En estas llega el Cajasol a Málaga. La herencia de la temporada pasada ha cuajado en San Pablo y el ejército de Plaza se presenta como un complicado forastero en esta época de lesiones y problemas físicos. Arrecian justo cuando empiezan a doblarse partidos por semana. El morbo del clásico andaluz, no obstante, continúa vigente. La primacía andaluza ha estado en Málaga durante la última década, aunque desde la capital se esfuerzan por combatirla. Plaza, alumno de Aíto en Badalona, tiene ganas de dejar su sello en el Carpena, que no se le da demasiado bien. Un Unicaja de entreguerras quiere mantener virgen el remozado Palacio.

stats