Cara en los penaltis para el Sevilla

Los de Unai Emery pasan a cuartos de final tras igualar la eliminatoria en los primeros 90 minutos y resolver en la tanda desde los 11 metros Los fallos de N'Diaye y Nono deciden

Los jugadores del Sevilla celebran la clasificación tras la tanda de penalti ante la impotencia de los béticos, eliminados.
Los jugadores del Sevilla celebran la clasificación tras la tanda de penalti ante la impotencia de los béticos, eliminados.
Antonio Gutiérrez (Efe) Sevilla

21 de marzo 2014 - 05:02

La tanda de lanzamientos desde el punto de penalti, tras los 90 minutos del partido y otros 30 de la prórroga, puso al Sevilla de Unai Emery en los cuartos de final de la Liga Europa, a donde llega tras un vibrante choque en esta histórica eliminatoria hispalense.

Los dos euroderbis acabaron con sendos 0-2 y fue el Sevilla el que tuvo más temple para, primero equilibrar la eliminatoria, y después para superar una tanda de penaltis que también se le puso cuesta arriba cuando Vitolo falló el primer lanzamiento.

Como se preveía tras el inesperado resultado de la ida con la clara victoria verdiblanca, el entrenador del Betis, Gabriel Humberto Calderón, alineó a muchos hombres de perfil defensivo mientras Emery sacó a toda la artillería, con dos delantero centros como Bacca y Gameiro, apoyados por Marin y Reyes.

Esa disposición táctica le dio resultado en el arranque a los locales, muy motivados por el calor de su público y con la clara vocación de dejar pasar el tiempo sin que hubiera demasiado que contar. A los 13 minutos se lesionó Perquis y el técnico argentino retrasó a esa posición al senegalés N'Diaye para poner en el centro del campo a José Antonio Delgado Nono. Para entonces el Sevilla ya había avisado, con dos incursiones de Bacca, que con espacios podría crear peligro, pero fue Reyes el que a los 20 minutos, aprovechando un error de N'Diaye, se encontró con un balón en el área para hacer el 0-1.

Estuvo el Betis despistado tras el golpe encajado y el eterno rival quiso tocar mucho el balón, con Rakitic como distribuidor del juego, para encontrar opciones, aunque los locales, sobre todo con la movilidad y rapidez por la izquierda del Cedrick, también buscaron las suyas. Así se enfiló la recta final del primer periodo, con un Betis que quiso ordenarse para no pasar por demasiados problemas y un Sevilla con más control, pero sin demasiadas ideas en el ataque. Así, al descanso se llegó con ese 0-1.

La reanudación del choque tuvo de entrada una incursión del de M'Bia sobre la meta de Adán y unas réplicas de Leo Baptistao, quien hasta en tres ocasiones casi seguidas puso en problemas al meta Beto. Esas opciones béticas le dieron seguridad al equipo y también a su hinchada, porque fueron los mejores momentos ante un adversario al que le costó más que en la primera parte tomar la iniciativa.

Calderón hizo salir a los suyos del vestuario con otra predisposición y ello sorprendió mucho a los de Emery, hasta el punto de que Leo Baptistao estuvo cerca del empate a los 64 minutos y fue Beto el que lo evitó con el pie.

El Betis, que siempre dominó el resultado de la eliminatoria, ahora también tuvo controlado el juego y además corría el reloj a su favor sin que aparecieran los delanteros sevillistas ni tampoco los recursos del centro del campo visitante, hasta que Marin sí que encontró el espacio para darle el balón a Alberto Moreno y éste a su vez otro pase medido a Bacca para que pusiera el 0-2.

Con la eliminatoria ya igualada, empezó un nuevo partido de un cuarto de hora y la posibilidad de otros treinta minutos de prórroga, a lo que finalmente se llegó. La media hora de añadido ya fue un partido sin patrón, con ataques a la desesperada hacia una y otra portería, aunque con el Betis intentando tener más el balón para evitar que el rival saliera a la contra, que llegó en el minuto 105 y Adán, como en la ida, volvió a ser el salvador de los verdiblancos con dos paradas en la misma jugada ante Gameiro y Bacca.

En la segunda parte de la prórroga, con los jugadores agotados y algunos como el bético Cedrick y el sevillista Marin renqueantes sobre el campo y sin posibilidad de ser sustituidos, solo se podía esperar un golpe definitivo de algún contendiente y éste no llegó, con lo que se llegó a la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti, que también fue agónica con un último lanzamiento que falló Nono y que le dio el pase al conjunto visitante.

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