"Ésta es la Champions más igualada que vi jamás"
antonio carlos ortega. entrenador del veszprem
El malagueño conquistó seis títulos de campeón de Europa y anhela el primero como entrenador con el Veszprem húngaro Al día de la actualidad de su ciudad natal, puede hacer historia en Colonia
"¿Hay nuevo alcalde? ¿Van a pactar con Ciudadanos?". Al teléfono está Antonio Carlos Ortega (Málaga, 1971), antes de partir a Colonia. Salió de casa a mediados de los 90, desde el mítico Maristas rumbo a Barcelona para formar parte del mejor equipo de la historia del balonmano, que apiló seis Copas de Europa. Pero el legendario jugador malagueño, ahora uno de los mejores entrenadores del continente, está plenamente al día de su ciudad natal. "Buen año del Málaga, que haya gente de casa siempre identifica. A ver el Unicaja si remata en los play off la gran temporada, ¿no?". Pero la entrevista es sobre su equipo, el Veszprem húngaro, que participa desde mañana en Colonia en la Final Four de la Liga de Campeones de balonmano. Su segunda consecutiva como entrenador.
-¿Cómo está el cuerpo antes de la Final Four?
-Muy ilusionado. Es el segundo año seguido, a la altura del Barça o del Kiel. Es la Champions de más igualdad que yo he visto. Es la primera vez que los cuatro primeros de los cuatro grupos de la primera fase llegan hasta el final.
-Es su tercera temporada en Hungría. En la primera les eliminó en cuartos de final el Kiel alemán. En la segunda les derrotó en semifinales el Kiel. Mañana juegan contra el Kiel (18: 00 horas).
-Es un equipazo, historia del balonmano. Siempre está ahí. La verdad es que tienen una más plantilla con más profundidad que la nuestra. También es verdad que tenemos más calidad y cantidad. Había un par de puestos que estaban un poco cojos. En el lateral derecho no había un buen relevo para Laszlo Nagy y este año tenemos dos jugadores de calidad en todos los puestos. Y hemos dado un salto cualitativo con la portería. Fichamos a Mikler, portero del Szeged, nuestro principal rival aquí. Y él solo nos ha ganado partidos. En la dos últimas Final Four, la portería de los ganadores, Flensburg y Hamburgo fue, con diferencia, lo más determinante.
-La temporada, hasta ahora, es irreprochable.
-Diría que buena y espectacular. Hemos perdido sólo dos partidos y en momentos intrascendentes. Uno de los últimos encuentros de la liga regular de la SEHA League, que ya éramos primeros con diferencia, ante el Vardar, y uno en la Main Round de la Champions, ante el Rhein-Neckar Löwen, cuando sólo nos faltaba un punto de seis en disputa para ser primeros. Empatamos en la ida de cuartos de final en la pista del París Saint Germain. De 58 partidos oficiales, sólo perdimos dos y empatamos uno. Y hemos conquistado la Liga y Copa de Hungría y la Seha League [competición que agrupa a los mejores clubes de siete países del Este]. También ayuda que haya jugadores españoles y la idea que queríamos instalar se ha ido fraguando.
-¿Se ve consolidado con esta segunda presencia en la Final Four?
-Es el proceso lógico, cada año crecer un pasito. La temporada está siendo muy buena, magnífica, se ha dado un salto cualitativo. En octubre renovamos todo el staff hasta 2017 y es síntoma de confianza, de que el equipo funciona. Hay piña de 100%, el equipo está a tope con nosotros. Cada año hemos dado un paso más, las cosas se están haciendo bien. Vamos a intentar ir más allá.
-¿Es favorito el Kiel?
-Tienen mayor presupuesto, sin duda. La Bundesliga es impresionante. Ellos y el Barça están por arriba económicamente. El Kielce polaco creo que también tiene más, aunque no es un lamento, nosotros tenemos un buen dinero. Ellos son uno de los favoritos. Proponen correr mucho, no nos van a dejar hacer cambios de ataque y defensa. En la primera oleada del contraataque son los mejores junto al Barcelona. Si perdemos balones fáciles, el año pasado nos metieron 14 de contraataque en la semifinal, será muy complicado. Si juegan en posicional el partido tenemos más opciones. Defendemos fuerte, tenemos que correrles también. Son muy buenos para adelante, algo menos hacia atrás.
-¿Qué es jugar una Final Four?
-Es lo máximo en el balonmano actualmente. Como espectáculo no lo superan ni los torneos de selecciones. Hay 21.000 personas, ya están a la venta las de la próxima edición y hay vendidas ya 15.000. Sólo nos dan 500 a cada equipo. Entre la reventa y otras cosas habrá entre 2.000 y 3.000 húngaros y la mayoría es alemana. Pero eso sí, los nuestros son los más ruidosos.
-¿Cómo se vive en Veszprem el evento?
-Nosotros jugamos en un pabellón de 5.500 espectadores que siempre se llena. Veszprem es una ciudad de 65.000 habitantes. Es un club que tiene muchísimos años de tradición y es el centro del balonmano húngaro. Y aquí el deporte tira mucho. Para que te hagas una idea, es el club con más seguidores en redes sociales de todo el país tras el mítico Ferencvaros de fútbol. Nadie más lo supera. Allá donde vayamos hay seguidores nuestros, sea en Rusia, Ucrania o Alemania. Por temas políticos emigró gente y es seguido allá donde va. A los partidos de Champions viene gente de todo el país, faltan muchos asientos.
-¿Y hay presión?
-Hay muchas presión, es un club grande y la exigencia es máxima. A la mínima derrota ya hay cierta inquietud. Pero mira cómo está el balonmano, soy un privilegiado. Los resultados acompañan y los que mandan confían en mí.
-¿Complica la victoria el formato de Final Four?
-Con este formato hay un boom de equipos, con ganas de llegar y ganar. Los cuatro que estamos, el PSG, que cambia de entrenador y fichará a Karabatic el año que viene... Hay ocho equipos que pueden llegar y cuatro que pueden ganar. Hasta 2020 se celebrará en Colonia, lo firmaron hace poco aunque pueden sacarla un año. Es un show brutal. Para el tercer y cuarto puesto, por ejemplo, está lleno. Es increíble, es un espectáculo tipo NBA amenizando los partidos. Increíble.
-¿En qué hay que fijarse en el Kiel?
-Sus nuevos fichajes fueron Joan Cañellas, seguramente el mejor jugador español y el croata Duvnjak, así que hay que imaginarse qué potencial manejan. Han perdido a un par de jugadores por lesión y enfermedad, pero son muy competitivos. A ver si podemos encontrar rendijas.
-¿Ha imaginado ya lo que sería una final con el Barcelona?
-Uf, no puedes prepararlo. Tenemos los partidos cortados de los dos posibles rivales, pero nada más. Está todo en bruto, en tres horas lo analizas y lo preparas para los jugadores. Ojalá nos toque una noche en vela del sábado al domingo.
-¿Le acompaña la familia?
-Mi mujer y mis cuatro hijos vienen hoy en un chárter del club. Y también gente de Málaga estará por aquí.
-¿Continúa al día del balonmano malagueño?
-Sí, las chicas del Costa han hecho una temporada dignísima en su vuelta a la División de Honor. También le echo un ojo al Antequera, claro. Vi que Puertosol y Maristas lo hicieron muy bien en el Campeonato de España juvenil... Málaga siempre quiso al balonmano. Y todo el deporte, el Unicaja, que a ver si llega lejos en el play off. Y el Málaga, claro. ¿Lo vende el jeque o no?
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