El Antequera afronta hoy el último partido del año, el que cierra la primera vuelta del campeonato, y lo hace con una sonrisa. Pese a padecer un inicio dubitativo, numerosas lesiones y la pérdida de puntos en los segundos finales, el cuadro malagueño disfruta de la tranquilidad que le reporta ser noveno, con 12 puntos, y una trayectoria ascendente, con siete puntos ganados de ocho. La alegría cunde en el vestuario del Antequera, pero ésta puede ser aún mayor para Antonio Carlos Ortega y los suyos si logran una victoria sobre el Alcobendas (Pabellón Fernando Argüelles, 18:30) y el líder, el Ciudad Real, hace lo propio con el Cuenca 2016. Los verdes se colocarían octavos y se ganarían por derecho propio una plaza para la Copa del Rey. Ya tienen una reserva hecha por ser los anfitriones del torneo, pero sería un premio más a los méritos cosechados. Simbólico, pero un premio al fin y al cabo.

El buen hacer hasta la fecha no enmascara las dificultades a las que se enfrenta Ortega cada semana para realizar una convocatoria. Prodanovic y Pérez Canca siguen lesionados y Baena, Obradovic y Trivundza han sufrido diversas molestias durante la semana. Una buena noticia: el regreso de Andersson tras cumplir una jornada de sanción. Así las cosas, el Antequera espera las vacaciones hasta enero como agua de mayo, para recuperar tanto fuerzas como efectivos. El Alcobendas, dirigido por Rafa Guijosa, compañero de Ortega en el mítico Barcelona de los años 90, cuenta con su plantilla al completo.

Aunque el rival figura a tres puntos de la zona de descenso, el técnico malacitano no se fía de los madrileños: "Trabajan muy bien en defensa y salen perfectamente al contraataque. Tenemos que tenerles mucho respeto porque seguro que será un encuentro muy competido. Todos saben lo que tienen que hacer. No han hecho fichajes de relumbrón, pero están muy comprometidos".