Balonmano

Un antes y un después

  • La espectacular repercusión del encuentro ante el Rocasa Gran Canaria en el Carpena supera el dolor inmediato por la derrota

  • Quedan cuatro partidos de Liga para intentar amarrar el subcampeonato

Instante del Costa del Sol-Rocasa Gran Canaria.

Instante del Costa del Sol-Rocasa Gran Canaria. / Javier Albiñana

Han sido semanas volcánicas en sensaciones para el Costa del Sol. Un título de Copa extraordinario en San Sebastián, la ida de la final de la EHF Cup, antes el proceso para llegar a ella. Pero nada superó en emotividad a lo que se vivió el sábado en el Carpena. El Palacio, que parecía una instalación distinta con el parqué específico para el balonmano y la iluminación, fue escenario de un partido histórico para el deporte femenino en este país. 7.183 espectadores, más de 2.000 respecto al récord anterior en un partido. No se ganó por un gol, un paradón de Silvia Navarro al tiro de Talita Alves en el último segundo. Pero hay un antes y un después, debe haberlo y hay que canalizarlo.

“Difícil de superar. Ahora dolidas por no haber ganado el título sin ser conscientes aún de la que han liado. La magnitud de la gesta no estaba en la remontada, estaba en lo que han creado en el Carpena. Admiración y agradecimiento. Historia del balonmano femenino”. Las palabras son de Alba Albadalejo, jugadora muchos años del Rocasa Gran Canaria, que comentaba en Twitter uno de los vídeos de las jugadoras del Costa del Sol agradeciendo al público el aliento. Resume bien cómo se vivió desde fuera. La imagen que ha proyectado el club ha sido muy potente, ha tenido mucha repercusión. La estructura de la entidad va creciendo y se ven sus evidentes mejoras. El reto de llevar a una instalación de la dimensión del Carpena un partido así era muy grande, había riesgo de que una buena entrada objetiva quedara pequeña. Y se rebasaron las expectativas más optimistas. Más de la mitad de espectadores eran de pago, dato no baladí. Hubo representantes de muchos clubes, gente de la base, niños y niñas en abundancia. Se trataba también de sembrar para el futuro. Aunque también había veteranos enajenados gritando goles. El ambiente era equiparable al de las grandes noches del Carpena cuando el Unicaja era un equipo de postín. En ruido y electricidad en el ambiente. Hay que recordar que el Palacio será sede en 2023 de la Copa de la Reina.

El equipo tiene ahora cuatro partidos en 10 días. Antes, este martes, hay recepción en San Telmo por Juanma Moreno por el título de Copa. Y hay competición aún, con cuatro partidos de Liga en 10 días. Recibe este miércoles (18:00) al Zuazo en el Pérez Canca de Carranque, viaja el sábado a jugar contra el Atlético Guardés (18:00) y el miércoles 25 a Granollers (20:30) y cierra el sábado 28 de mayo a las 18:00 en el Pérez Canca ante el Unicaja Banco Gijón. Buenos partidos en casa para que quien viera el duelo del sábado siga enganchado. Las malagueñas marchan segundas, con 34 puntos, por delante del Unicaja (33), Rocasa (31) y Guardés (30). El reto es conseguir el segundo puesto, algo que nunca ha alcanzado en su historia la entidad. Es un bonito reto para cerrar una larga temporada que en el último mes ha generado mucha presión por todos los objetivos que había. Las jugadoras han hecho historia y han pegado un grito fuerte.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios