De Cruyff a Neymar, su carrera de obstáculos
De Johan Cruyff a Neymar, pasando por futbolistas, entrenadores y directivos: Sandro Rosell vivió durante tres años una carrera de obstáculos que abandonó mucho antes de llegar a la meta y con profundas heridas sin cicatrizar.
Apenas le duró tres años y siete meses su sueño de presidir el Barcelona. Rosell asumió el poder el 1 de julio de 2010 aclamado por la multitud y se marchó el 23 de enero de 2014 perseguido por el escándalo y la sospecha.
Quién lo iba a imaginar cuando ganó las elecciones a la presidencia por abrumadora mayoría tras prometer regeneración y transparencia para enterrar el polémico mandato de su antecesor, Joan Laporta. Amigo íntimo de éste en la pasada década, esa relación derivó en profunda enemistad e inquina. Tanto, que Rosell no tardó en comenzar a borrar del club cualquier huella del laportismo. Empezando por Cruyff. En una acción que muchos consideraron como innecesaria, Rosell despojó a Cruyff -íntimo de Laporta- de su cargo de presidente de honor del Barcelona. Cruyff nunca lo perdonó.
Dos años después, en 2012, se despidió el entrenador Josep Guardiola, otro amigo de Laporta. El técnico guardó un profundo silencio sobre los motivos de su marcha, pero los rumores sobre una eventual enemistad con Rosell fueron constantes. "Me iré sin hacer ruido, pero si tú y tus amigos me jodéis, a mí o a los míos, hablaré todo lo que tenga que hablar": esas fueron palabras que, según el periodista Salvador Sostres, Guardiola gritó a Rosell. Los tentáculos de Laporta también alcanzaban a la dirección deportiva y Txiki Beguiristain, otro reducto del laportismo, fue una víctima más de los desencuentros de Rosell.
Los éxitos económicos fueron relevantes, pues redujo la deuda del club. Además, los logros deportivos siguieron llegando y bajo su mandato el club ganó dos Ligas y una Champions. Sin embargo, Rosell sufrió un terrible desgaste en el aspecto social con varias cuestiones espinosas, como la no renovación de Abidal. Algo similar ocurrió con el jugador de baloncesto Pete Mickeal, tras sufrir una anomalía pulmonar. También fue muy polémico lo que rodeó los patrocinios: del de Unicef de Laporta al de Qatar Foundation y Qatar Airways de Rosell. Además, Laporta echó a los ultras y Rosell los quiso devolver al campo, aunque lo negó, no lo supo explicar y fue cazado, lo que dañó su imagen.
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