Alejandro Davidovich avanzó a la segunda ronda del Masters 1000 de Roma tras un durísimo partido de más de dos horas y media ante el bielorruso Ilya Ivashka, con el que había perdido en su único enfrentamiento, el año pasado en Marbella, número 48 del mundo. Davidovich, número 29 en el ranking, supo sufrir para sacar adelante el encuentro con un resultado de 6-2, 4-6 y 6-4. La mejora sustancial del malagueño en este año es cómo compite los partidos y cómo supera momentos delicados. Es verdad que le cuesta rematar encuentros más la de cuenta, pero es parte del proceso de aprendizaje.

El malagueño dominó con autoridad el primer set, haciendo dos breaks y colocándose 5-1. No remató con su saque, pero sí en el juego posterior con el bielorruso al servicio.

En la segunda manga comenzaron los problemas más serios. Perdió el saque de entrada Davidovich para ir arrastrando el break hasta que recuperó para colocarse 4-4. No mantuvo la concentración del rinconero y entregó su servicio por 0-40. En el juego posterior, de más de 15 minutos y 20 puntos, Davidovich tuvo cuatro bolas de break que no pudo cristalizar para acabar entregando el set por 6-4.

En la manga definitiva, los jugadores ensartaron roturas hasta que Davidovich se marchó para colocarse 5-2, lo que parecía definitivo para la suerte del encuentro. De nuevo, rematar un partido se convirtió en un problema para el malagueño, le ha pasado numerosas veces y esta vez también. Entregó su saque con 5-3 con varios puntos mal jugados, pero se supo tener en pista para devolver el break y ganar el partido por 6-4 en la última manga.

En la siguiente ronda, el malagueño tendrá un hueso duro con el canadiense Felix Auger Aliassime, octavo cabeza de serie y que estuvo exento en la primera ronda. Con Aliassime se ha medido Davidovich varias veces en categorías inferiores y una vez en el ATP Tour, fue este año en el Open de Australia en tercera ronda, con un partido de altos vuelos resuelto en cuatro tie breaks con el canadiense ganador.