No ha sido un buen final de temporada para Alejandro Davidovich. El malagueño se despidió en la primera ronda del Masters 1000 de París-Bercy. Perdió por 7-5 y 6-2 ante Taylor Fritz, número 10 del mundo, al que había ganado en sus dos enfrentamientos previos. Por momentos fue mejor durante el partido, desperdició un 4-2 a favor en el primer set. Pero no concretó.

Es uno de los grandes campos de mejora de Davidovich, que ha crecido mucho hasta rondar los 30 mejores del mundo, pero que puede ser mejor tenista. A sus 23 años aún está lejos de su madurez. Ha perdido en Astana, Gijón, Basilea y París en primera ronda, los cuatro torneos que jugó después de la lesión que le venció en la cuarta ronda del US Open ante Matteo Berrettini. Y eso no le ayuda en las opciones para estar en la final de la Copa Davis de Málaga. Tras este torneo, Sergi Bruguera dará el nombre del hombre que acompañará a Carlos Alcaraz, Roberto Bautista, Pablo Carreño y Marcel Granollers en la pelea por la Ensaladera en el Martín Carpena. Albert Ramos y Pedro Martínez son las otras opciones. 

Cristalizar durante más tiempo el juego que muestra es el gran reto de Davidovich, que ha tenido grandes resultados este año, como la final del Masters 1000 de Montecarlo ante Tsitsipas. Domina en tramos de partido, como hizo con Fritz, a Top 10 mundiales, pero los apagones los paga caro. Es el siguiente reto que tiene, la siguiente frontera.