Tenis

Davidovich se despide con honores de Indian Wells

  • El malagueño cayó en la trampa de Medvedev (6-3 y 7-5) y cierra una gran semana en el primer Masters 1000 del curso

  • Desaprovechó un 0-40 cuando ganaba 4-3 en la segunda manga

Davidovich y Medvedev se saludan en la red

Davidovich y Medvedev se saludan en la red / AFP

Dice adiós Alejandro Davidovich a Indian Wells, su mejor semana en este 2023, y que supone subir un pequeño peldaño en su progresión, esa fase tan compleja de asentamiento entre los mejores. Se cruzaba el malagueño en cuartos del final del primer Masters 1000 de la temporada con Daniil Medvedev, el jugador con más victorias de la temporada, ganador de los últimos tres torneos donde ha participado. Tenista peculiar al tener esa virtud de llevarte a la desesperación, rocoso y donde se debe apelar a la paciencia para tener alguna opción. El moscovita llegaba renqueante a esta antepenúltima ronda, tras una batalla de más de tres horas frente a Alexander Zverev, incluso con algún problema físico en el tobillo.

El malagueño perdió por 6-3 y 7-5 en casi dos horas de juego. Se puso cuesta arriba la primera manga con un break de salida, fruto de esos nervios de verte en un escenario tan importante y ante un jugador de la grandeza del soviético. Pero Davidovich fue creciendo, adaptándose al viento habitual de estas pistas, hasta poner en serios aprietos a Medvedev en el segundo set, más igualado e intenso que el primero. Faltó ese punto de instinto asesino, el aprovechar las opciones de rotura, normalmente escasas. Sí se rompió la uña de Medvedev, el paso por la silla dejó al rinconero con un 0-40 con el 4-3, tres bolas de break que se fueron al limbo, también cualquier opción de plantar cara realmente. Le entró la desesperación a Davidovich y el ruso olió sangre. 

Sensación amarga porque se escapó esa chance, pero el jugar tan al límite puede propiciar ese tipo de desconexiones. Pagó caro el rinconero ese bajón, y ante un rival así, el plan debe salir a la perfección, sin matices. Al menos se pudo competir, que no es poco, y llevarte un muy buen botín, en todos los aspectos, también de autoestima después de un inicio de curso algo gris, con algún capítulo desagradable en el proceso, como aquella derrota dolorosa en Dubai frente a Rublev, compatriota de su bestia negra de esta semana.

Davidovich se marcha de tierras californianas con honores. Victorias frente a Yibing Wu; Karen Kachanov, la más sonada de la semana; y en octavos ante Cristian Garín. Aprovechó un cuadro benévolo, con alguna trampa en el camino, otra lectura que se puede realizar estos días, de haber sido fiable y sólido ante jugadores inferiores por ranking. La próxima parada será Miami, segundo Masters 1000 del año.

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