Disfruta, sufre y gana (65-68)
Euroliga
El Unicaja sigue muy vivo en la Euroliga tras derrotar al Bamberg, que falló dos triples para empatar, pese a desperdiciar 17 puntos de renta. Monumental Luka Zoric (26 puntos)
Si el Unicaja hubiera caído en el Stechert Arena los chocazos contra la pared hubieran sido la mejor terapia para digerir la derrota. Afortunadamente, las dos opciones forzadas de triple para mandar el partido a la prórroga de las que dispuso el Bamberg no tocaron aro. Pero de un Unicaja casi redondo durante 30 minutos, dominaba por 16 puntos al comienzo del último cuarto, se pasó a un azucarillo en el último cuarto que casi cuesta el duelo. Se ganó 65-68 y se celebra el triunfo, que despeja el horizonte para pelear con todas las armas por el Top 16. Quedan seis partidos, cuatro de ellos en el Carpena. Soñar con estar entre los ochos mejores de la Euroliga no es una quimera, aunque el contraste con la situación en la Liga Endesa sea tan espantoso. ¿Estar entre los ocho mejores de Europa y no entre los ocho mejores de España? Vaya paradoja.
El partido ahondó en las contradicciones y las dudas existenciales de este equipo. Potenció sus virtudes baloncestísticas durante un largo tramo y destacó sus carencias mentales y caracteriales al final. ¿Con qué quedarse? Pues a gusto del consumidor. Se notó una evolución, es cierto, porque el Unicaja completó 30 minutos notables, con una interesante mejoría en el juego colectivo. Se encontró en posiciones más favorables a los interiores, no se abusó del pick and roll central ni de la individualidad, se combinaron buenas circulaciones de balón con dentros-fuera. El juego fluyó, salvo un agujero negro en el segundo cuarto del que sacaron los pies Sergi Vidal y Txemi Urtasun, en una feliz subida conjunta de sus prestaciones. Con ellos produciendo la cara es otra. 5-14 fue el parcial de salida, con balones constantes para Luka Zoric, para que generara canastas o espacios y Fran rebañaba lo que entraba. Es cierto que el croata no es ninguna lumbrera para pasar la bola y dar fluidez, pero ayer sí fue inteligente para decidir la mejor opción. La defensa alemana le concedía y él aprovechaba, con buenos movimientos por la línea de fondo y sus clásicos reversos.
Acabaría con 26 puntos en una de esas actuaciones memorables que con cierta frecuencia regala en la competición continental, su territorio fetiche, en el que se siente más cómodo. Realmente como todo el Unicaja esta temporada. 12-6 es el balance completo esta temporada en Europa, gran contraste con el 9-12 de la Liga Endesa.
Tras unas tribulaciones en las que el Bamberg igualó el encuentro, la citada irrupción de Vidal y Urtasun, que combinaron cinco triples en el segundo periodo permitió estabilizar la diferencia y llegar incluso al descanso con 10 puntos de renta (28-38) tras un último triple al descanso.
El la freak city, como se autodenominan los habitantes de Bamberga por su locura por el baloncesto (uno de cada 10 habitantes va cada noche que juega el equipo de baloncesto al pabellón), no había motivos para sospechar de una debacle del Unicaja cuando el equipo firmaba un tercer cuarto ejemplar, amortiguando los malos momentos y extendiendo la diferencia hasta los 17 puntos (38-55) con cinco tantos de ese martillo pilón llamado Luka Zoric. El empaque y la solidez que no suele mostrar el equipo de Repesa lo exhibía en la ciudad alemana. El Bamberg no ha ganado ningún partido en el Top 16, pero ha competido en casi todos y el último lo perdió en la prórroga con el Zalgiris. Y juega bien al baloncesto, aunque ayer el Unicaja lo minimizó.
Hasta el cuarto final, abominables 10 minutos para el olvido en los que el equipo cajista pareció empeñado en regalar el duelo. Tamaña diferencia de prestaciones desespera. Repesa fue duro en la rueda de prensa posterior al partido, no se lo explica. Si él no encuentra razones desde dentro, desde fuera es más complicado aún diagnosticarlas. Un parcial de 10-0 adverso comprimió el encuentro (51-57) hasta el punto de que hubo que ganarlo dos veces. Aunque Zoric iba dejando migas de pan en forma de puntos para que no se perdiera el camino, el Bamberg estaba ahí, hasta un punto se colocó tras canasta de Ford (62-63). El Unicaja se empeñó en fallar tiros libres (Panko, Urtasun, Vidal y Zoric, uno cada uno en los dos minutos finales) y le quedó la última posesión al Bamberg a falta de ocho segundos con tres de ventaja. No se hizo falta y Ford y Nachbar dispusieron de forzados triples para igualar. No entraron y se ganó para vivir en Europa.
FICHA TÉCNICA:
BROSE BASKETS BAMBERG: Goldsberry (5), Gavel (10), Jacobsen (4), Massey (6) y Zirbes (5) -cinco inicial-; Tadda (-), Neumann (-), Walsh (5), Nachbar (17), Ford (13) y Ogilvy (-).
UNICAJA: Calloway (5), Dragic (-), Simon (-), Vázquez (4), Zoric (26) -cinco inicial-; Williams (1), Vidal (12), Urtasun (15), Lima (4), Panko (1) y Perovic (-).
PARCIALES: 14-16, 14-22, 13-17, 24-13.
ÁRBITROS: Recep Ankarali (TUR), Matej Boltauzer (SLO) y Robert Vyclicky (RCH). Sin eliminados.
PABELLÓN: Stechert Arena. 6.800 espectadores.
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