Durant, el niño de mamá es campeón

Kevin Durant.
Kevin Durant. / Monica M. Davey / Efe
Chris Bernucca (Dpa)

Oakland, 14 de junio 2017 - 02:19

Se lo había prometido a su madre, Wanda, a los 8 años. En la noche del lunes, ante los ojos del mundo, Kevin Durant levantó el trofeo que lo acredita como campeón de la NBA y, como un buen niño de mamá, cumplió con su promesa 20 años después.

Diez temporadas pasaron para que el alero pudiera lograr su primer anillo. Pasó por la frustración de la final perdida en 2012 ante los Heat de LeBron James y el polémico cambio de equipo de Oklahoma City a Golden State, que le costó la amistad de su ex compañero Russell Westbrook y el enojo de sus antiguos aficionados. Sin embargo, nada cambió para Wanda Pratt, la empleada postal que lo trajo al mundo hace 28 años y que fue el sostén fundamental para su carrera deportiva. Apenas sonó la bocina que indicaba el final del encuentro y Durant corrió a abrazarse con su madre, como lo hizo en todos los momentos importantes de su trayectoria, tanto en los buenos como en los amargos.

"Lo hiciste", le repetía Wanda mientras le tiraba de su barba, lo besaba en la mejilla y le jalaba la camiseta con el número 35 con el que compite desde su último año de la secundaria, en honor a Charles Big Chucky Craig, su primer entrenador, asesinado en un tiroteo en Washington en 2005.

Durant cumplió con su promesa siendo, además, el Jugador Más Valioso (MVP) de las finales al promediar 35,2 puntos, 8,4 rebotes y 5,4 asistencias, con un porcentaje de acierto del 55% en tiros de campo. Semejantes números fueron necesarios para batir a un fantástico LeBron James, al que no le alcanzó ser el primer jugador en la historia en promediar un triple doble en las finales, con 33,6 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias.

"Lo logramos. Te lo dije mami, cuando tenía 8 años, te lo dije", gritó Durant, micrófono en mano ante los 20.000 aficionados que abarrotaban el Oracle Arena. En los años de aquella promesa el pequeño Kevin, junto a sus hermanos Rayvonne, Brianna y Anthony, había dejado su Washington natal para mudarse a la a casa de su abuela materna en Seat Plesant. Sin una figura paterna, por la adicción a las drogas, Wanda, sola, sacó adelante la familia. "Tú eres la verdadera MVP", le dijo.

Fue LeBron quien había frustrado su sueño en 2012. "Ahora estamos empatados. Hagamos esto otra vez", le dijo Durant a James durante el abrazo que se dieron apenas terminada la serie, dando por concluida una batalla a la que no le faltaron roces, pero que terminó con un saludo de caballeros. "Es el único tipo en el que me he fijado desde 2012. Es el único que puede mirarme a los ojos. Simplemente traté de desafiarlo para poder decirle que ahora estamos empatados", dijo Durant.

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