Nunca ha sido el baloncesto francés un referente a cuanto al potencial de sus clubes. Aún así, casi siempre han sido equipos complicados e incómodos, difíciles de batir en su pista, una tendencia que ha ido desapareciendo en los últimos años.

El declive de los equipos franceses es evidente hoy día. Su mayor estandarte de los últimos años, el Pau-Orthez, es antepenúltimo en la Pro A y no participa en la Euroliga, donde los dos representantes galos son meros convidados de piedra. El Roanne es penúltimo del Grupo C y el rival de hoy del Unicaja, el Le Mans, cierra el Grupo B siendo el único equipo de la competición que aún no ha ganado ningún partido.

El Le Mans no está pudiendo repetir, en su segunda presencia en el torneo continental, su buen papel de la edición anterior, en la que estuvo a punto de colarse en el Top 16. En su liga es tercero tras el Nancy y el Villeurbanne y tiene en el ex Menorca Sam Clancy a su jugador más determinante.

bases

Pareja complementaria en la dirección de equipo. Bokolo, el titular, pone la intensidad, el físico, la defensa, mientras que Diot responde más al perfil de base puro, aunque también es muy bueno en campo abierto y buscando las penetraciones.

escoltas y aleros

Nicolas Batum es uno de los dos jugadores indiscutibles de este equipo. Un tres de 2,03 y sólo 19 años con un gran uno contra uno y una muy buena capacidad para el pase. El serbio Bogdanovic y el israelí Limonad son los otros dos hombres importantes de la línea exterior. Son dos de los fichajes del pasado verano y tratan de consolidarse a nivel continental fuera de las fronteras de su país. Completan el juego de perímetro el ex ACB Nebojsa Bogavac, que ofrece minutos de garantías, y los jóvenes Leloup y Wilkins, que apenas juegan.

juego interior

Sólo tres hombres interiores. El principal, Sam Clancy, máximo anotador y reboteador del equipo. Su corpulencia suple su escasa estatura (2,01). El único pívot puro es Alain Koffi, tremendamente físico, que sobre todo aporta defensa e intimidación. El tercero es otro ex ACB, Phil Ricci, cuya principal amenaza es su buena mano.