La moderna rivalidad entre España y Alemania, los dos equipos de referencia en el fútbol de selecciones en los últimos años, se trasladó ayer a la Liga de Campeones al quedar emparejados en semifinales Bayern Múnich-Barcelona y Borussia Dortmund-Real Madrid.
"Para mí es una prueba de que en estos dos países se juega un fútbol muy moderno y extremadamente bien organizado", aseguró el seleccionador alemán, Joachim Löw, que nunca ocultó su admiración por España.
La Roja, compuesta principalmente por jugadores de Barcelona y Real Madrid, se impuso a la Alemania de Löw en la final de la Eurocopa 2008 y en las semifinales de Sudáfrica 2010, rumbo a su primer título mundial. Borussia y Bayern, que reúnen a gran parte de la selección alemana, tienen ahora la oportunidad de tomarse la revancha. "Una semifinal de Champions es como un gran partido eliminatorio en un Mundial o una Eurocopa, un gran desafío", advirtió Löw.
Tras evitarse mutuamente en las semifinales, Real Madrid y Barcelona comenzaron a soñar con la posibilidad de un inédito superclásico español en la final de la Liga de Campeones.
El sorteo efectuado en la sede de la UEFA en Nyon deparó un doble enfrentamiento entre españoles y alemanes. Si el Barcelona lamentó el emparejamiento ante el Bayern Múnich, el Real Madrid pareció más satisfecho de enfrentarse al Borussia Dortmund.
De tal forma que si azulgranas y blancos superan sus respectivos enfrentamientos, se producirá el partido más esperado por los dos grandes colosos españoles, un enfrentamiento que nunca se produjo en una final europea.
"A por la soñada final española", proclamó Marca en su página web. "Estos 110 años de rivalidad, estos últimos tres o cuatro que han atraído la mirada de todo el mundo sobre los Clásicos (como la atrajeron aquellos duelos Lakers-Celtics o la formidable agarrada entre Karpov y Kasparov en los ochenta) merecen algo así: un duelo final en la Main Street del pueblo", afirmó ayer el diario As en su edición digital.
Pero tanto Real Madrid como Barcelona tienen motivos suficientes para desconfiar de sus respectivos rivales. Los blancos ya se enfrentaron al Borussia Dortmund en la fase de grupos y no fueron capaces de ganar. De hecho, el conjunto alemán fue notoriamente mejor en los dos partidos (2-1 y 2-2) y es el único invicto en la presente Liga de Campeones.
Mientras, el Bayern mostró una imagen arrolladora en la eliminatoria ante la Juventus, otro de los candidatos iniciales al título, al que superó por un global 4-0. Es el rival que ninguno de los dos españoles quería.
"Es una eliminatoria entre dos grandes equipos. Son equipos con estilos diferentes. Nosotros trataremos de hacer lo que nos gusta y lo que sabemos hacer", afirmó Andoni Zubizarreta, director deportivo del Barcelona.
Por su parte, Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, comentó: "Este año no hemos podido ganarles. Esperemos que sea diferente en esta ocasión y que podamos estar en la final de Wembley, que es con lo que todos soñamos".
Será la segunda ocasión consecutiva en la que Real Madrid y Barcelona acometan el intento de final española. Hace dos años, no se pudo producir esa lucha porque ambos quedaron emparejados en una polémica semifinal saldada con el pase a la final del Barcelona, que ganó el torneo.
El año pasado ambos afrontaron partes separadas del cuadro y, contra pronóstico, ninguno llegó a la final cuando los hinchas de sus respectivos equipos ya esperaban el duelo directo. El Bayern Múnich eliminó al Real Madrid en los penaltis y el Barcelona cayó ante el Chelsea, campeón al final. Ambos llaman ahora a la puerta de la final, pero los alemanes tienen la llave.
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