El Bera Bera es el equipo dominador en el balonmano español. Ha ganado siete de las últimas nueve ligas, periodo en el que atesoró también cuatro copas. El cuadro vasco hincó la rodilla en Ciudad Jardín allá en noviembre en la Supercopa, el que fue segundo título de la historia del Rincón Fertilidad. Se le han ganado y empatado partidos el equipo guipuzcoano, pero en Telde (16:00 horas de este viernes) espera un contrario de máxima dificultad.

“Llegamos con unas emociones contrastadas, venimos de un título de competición europea, muy importante y bonito para el club. Estamos con ese subidón y emoción y aún”, admite Estela Doiro, una de las jugadoras con experiencia en la plantilla: “Tenemos que volver a la rutina, centrarnos en esta Copa de la Reina. El físico ya a estas alturas poco se puede trabajar, ya estamos casi en reserva todas, pero tenemos que volver a enfocarnos mentalmente para una eliminatoria ante un rival como el Bera Bera, que será muy exigente. Si se quiere ser campeón hay que ganar a los mejores. Que te toque en cuartos, semifinales o final da igual, son partidos de máxima exigencia pero hay que sacarlo cuando sea, cuando toque. Lo primero, es ir con todas las ganas e ilusión este primer partido, ya se irá viendo después”.

La primera línea gallega ofrece las que, a su juicio, son las líneas maestras de lo que debe ser la actuación del Rincón Fertilidad para tener opciones de tumbar al equipo vasco en la primera ronda de la Copa de la Reina, lo que dejaría a un paso la cuarta final de la temporada. “Primero, tenemos que estar centradas y hacer nuestro juego. Nuestras mayores rivales somos nosotras mismas. Si conseguimos hacer lo que sabemos, es decir, defensa fuerte, salir a la contra y cometer los menos errores posibles en ataque, eso será lo que nos encamine hacia la victoria. Cada error, el Bera Bera lo castiga con un contra rápida. Tienen una portería muy buena y tenemos que minimizar los errores”, explica Doiro, una de las jugadoras que ha conseguido dar el salto de calidad al Rincón Fertilidad para que hablar de títulos se haya convertido en rutina en Málaga.