Jorge Lorenzo no sólo es el actual campeón del mundo de MotoGP, sino que también cuenta con el bagaje de ser el ganador de los tres últimos grandes premios disputados en el circuito de Estoril, escenario este fin de semana del Gran Premio de Portugal, por lo que el balear será el rival a batir en el trazado luso el domingo.

Desde que llegó a la categoría reina, el mallorquín no sabe hacer otra cosa en Estoril que ganar y, lo que es más referente aún, lo ha hecho doblegando tanto al italiano Valentino Rossi, en 2010, como al australiano Casey Stoner o a Dani Pedrosa, en 2009 y 2008, respectivamente. En los dos últimos años el ritmo y el aplomo de Lorenzo le permitieron lograr victorias holgadas, con más de ocho segundos de ventaja sobre el italiano y seis, respecto al australiano.

Stoner, cuya caída junto a Rossi le impidió luchar por su segunda victoria consecutiva de la temporada en Jerez, reconoce que Estoril es un trazado que no le agrada lo más mínimo, aunque intentará enmendar esa situación ayudado por el excelente rendimiento que está consiguiendo a lomos de la Honda RC 212 V.

En el caso de Rossi, el receso tras el aplazamiento de la carrera en Japón ha permitido a los ingenieros de Ducati trabajar intensamente en la rápida mejoría de su Desmosedici GP11, por lo que el nueve veces campeón del mundo, en condiciones normales (sin lluvia) debería estar en Estoril mucho más cerca de sus rivales directos por el título.

Por cuanto se refiere a Pedrosa, ese mismo periodo de descanso le ha servido para retirar la placa y tornillo que tenía en un hombro y que le provocaba serios problemas físicos, por lo que la única duda respecto a su rendimiento será su estado físico a lo largo del fin de semana y si con esa intervención se han solventado todos sus problemas.

Como Pedrosa, también aprovecharon para solucionar algunos problemas físicos el italiano Loris Capirossi (Ducati) o el francés Randy de Puniet (Ducati), en tanto que el español Álvaro Bautista (Suzuki), que se fracturó el fémur en Qatar, intentará, 42 días después, volver a subirse a su moto.