La Eurocup, punto de fricción entre FIBA y Euroliga

Múnich era ayer la capital del fútbol mundial con ese Bayern-Atlético, pero también se cocía parte importante del futuro del baloncesto de clubes. FIBA, que tiene allí su sede europea, y Euroliga se encontraron para intentar arreglar el desaguisado en el que se encuentra la canasta europea. Ambas partes calificaron el encuentro de "constructivo" y se emplazaron a prontos encuentros porque hay un punto esencial de fricción, el control de la Eurocup.

La Euroliga explicó en un comunicado cuál fue su propuesta. Planteó la eliminación de cualquier sanción a clubes o equipos nacionales y cambiar las reglas que permiten imponer esa sanción, como la que pesa sobre España para el Eurobásket 2017, con la amenaza sobre Río. Además, se propuso la integración de FIBA y la Euroliga a través de una nueva estructura de las competiciones. La Euroliga continuaría manejando el primer panel de las competiciones europeas de club, que actualmente se compone de 40 clubes (16 en Euroliga y 24 en Eurocup, que se renombraría a Euroliga 2). Ahí justamente estaría el Unicaja, según ese acuerdo con la ACB que está a sólo falta de rúbrica. El equipo malagueño está en la órbita de la Euroliga, en un segundo escalón con Valencia y Gran Canaria tras el trío de licenciados compuesto por Barcelona, Madrid y Baskonia.

Según esta propuesta, la FIBA manejaría los siguientes escalones de la competición. Se retomaría la idea de ascensos y descensos con los campeones de cada competición, estudiando la ampliación del acceso y la movilidad de una competición a otra. Pero la FIBA sólo permite 24 equipos y más adelante.

Además, la Euroliga propone un acuerdo para los calendarios en ciclo de cuatro años con la aceptación del estudio de que haya ventanas para partidos de selecciones nacionales en mitad de temporada. La FIBA organizaría las reglas, las transferencias internacionales, el doping y demás temas logísticos.

La Euroliga pide también "la definición de nuevos estándares comunes para la cesión de jugadores a selecciones nacionales, con un incremento de las pólizas de seguros y una compensación para los clubes por el uso de sus jugadores siguiendo los perfiles de otros deportes", como sucede en el fútbol.

Según la Euroliga, "las partes fueron incapaces de llegar a un acuerdo sobre el número de participantes en esa primera división. La FIBA rechazó quitar las sanciones y amenazas que pesan sobre clubes y equipos nacionales. Apelamos al diálogo, consenso y respeto de la libertad de elección. Expresamos la esperanza en que habrá un acuerdo entre las dos partes en una siguiente reunión con el único punto pendiente del número de equipos de los que se ocuparán cada organización".