La conmoción es total en el Atlético Portada Alta y en el barrio de Carlinda, donde vivía Francisco García, el joven de 21 años fallecido este domingo con Málaga con coronavirus. Empezó a sentirse mal hace algo más de una semana y se precipitó el diagnóstico de una enfermedad oncológica, además del coronavirus en un segundo test. Parecía que se estabilizaba su estado horas antes del deceso, pero un rápido empeoramiento llevó al fatal desenlace.

Pese a su juventud, Francisco García llevaba varios años dedicado a entrenar. Había jugado en el Carlinda, equipo de su barrio, y llevaba varias temporadas dirigiendo equipos del Atlético Portada Alta. Este año llevaba al Infantil B y coloboraba como ayudante también con el benjamín A. El shock ha sido enorme, lógicamente, en su familia y en su club, donde era muy querido. Además de en todo el fútbol base malagueño. 

"Estamos destrozados", decía Paco Gallego, coordinador del club, sin dar crédito aún a lo que había pasado: "Al mediodía del domingo el padre me dijo que estaba estable dentro de la gravedad. Por la tarde me llama un entrenador y me dice que le han contado esto, que no puede ser verdad. Rápidamente llamé al padre, le pregunté cómo estaba el niño... No podía creérmelo, no podía para de llorar el hombre". 

"Llevaba varios años en el club, yo llegué este año y rápidamente se puso a disposición, siempre estaba disponible para lo que fuera. Un chaval muy bueno, prestándose a todo. Se ponía malo un entrenador y allí iba él a echar una mano, todo lo que se le pidiera lo hacía. Un chaval de club, de pies a la cabeza", recordaba Paco Gallego, aún incapaz de digerir lo que había acontecido.

Francisco García compatibilizaba sus estudios universitarios con los entrenamientos de sus equipos. "Era un apasionado del fútbol, estaba todo el día viendo fútbol de todo tipo, te lo podías encontrar en cualquier campo de Málaga viendo partidos de cualquier clase. Se iba a ver al San Félix, al Juval... Todo el día enganchado, además estaba muy ilusionado con intentar ser campeón este año con su equipo, estaba cerca de conseguirlo. Los niños le adoraban, todo el mundo, los padres y compañeros... Como coordinador, siempre me echaba una manilla, lo que hiciera falta. Recuerdo que el viernes anterior le dije que se quedara en casa porque se sentía mal y él estaba empeñado en ir al benjamín. El sábado por la noche tenía fiebre alta, lo llevó su madre. Y en una semana...", relataba visiblemente emocionado Paco Gallego: "No nos lo creemos, todavía no podemos creer que Francis se ha muerto, cómo va a ser posible. Le veíamos en una foto de 15 días, se ve con el equipo, todos sonrientes...".

La situación actual de alarma hace imposible tener realizar un homenaje físico al joven malagueño, que por el protocolo con los fallecidos de coronavirus tampoco puede tener un sepelio normal, pero en el Atlético Portada Alta ya piensan en recordar la figura de Francisco García. "Hemos decidido en el grupo de entrenadores que el día que se puede abrir el campo haremos algo sonado para recordarle. Aunque no sirva de nada, por lo menos le tendremos en la memoria", remachaba Paco Gallego, que ejemplificaba el pesar del club, extendido a todo el fútbol base malagueño.