Fernando Sanz rompió el silencio sobre la venta de sus acciones a Abdullah Bin Nasser Al-Thani. Al menos, de puertas para adentro. El presidente vivió una ajetreada jornada culminada con la celebración de un Consejo de Administración en el estadio de La Rosaleda en el que informó a sus miembros de los pasos que les había ocultado en las últimas semanas (por la cláusula de confidencialidad a la que le obligaba las negociaciones con el mandatario qatarí) y los que restan por darse. Fue una reunión meramente informativa, sin datos económicos sobre la mesa, y con la presencia temporal del secretario del jeque con el que ha estado tratando el madrileño en las últimas semanas.

Dicho emisario, que acudió al estadio acompañando a Sanz y curiosamente ya hasta portaba un pin del Málaga en la solapa de su traje, se presentó formalmente ante los miembros del Consejo de Administración (hablando en inglés). No sólo por una cuestión de educación, ya que tiene previsto quedarse en torno a una semana por Málaga para ejercer de cordón umbilical entre el propietario entrante y el saliente. Y es que Abdullah Bin Nasser Al-Thani no podrá venir de forma tan inminente como él pretendía, así que será su apoderado legal quien se quede junto a Sanz hasta nueva orden.

Entre lo más sugerente de la reunión figuró el anuncio de que se frena el proceso de ampliación de capital social (ya incluso se ha retirado la publicidad en la web oficial del club) y la convocatoria de una Junta General de Accionistas para el próximo 27 de julio. En ella, los miembros del Consejo tendrán que presentar su dimisión, tal y como estipula el protocolo de la ley referente a las sociedades anónimas deportivas en estos casos.

Será en esa fecha cuando de manera oficial Fernando Sanz desvelará las cifras de la operación a sus compromisarios. No obstante, a modo de titular, el madrileño aseveró ante los suyos haber perdido dinero en la operación trazada por el beneficio de la entidad. Según pudo saber ayer este periódico, podría haber vendido sus acciones por una cantidad ligeramente inferior a los 12 millones de euros. Fernando Sanz no supo precisarles cuál sería su nuevo cargo en la entidad, pero sí que sería remunerado. Asimismo, en el aire quedó la sensación de que habría cambios en el Consejo de Administración en forma de próximas salidas.

Tampoco aportó muchos datos acerca del proyecto deportivo. Sí respondió a un consejero que se atrevió a preguntarle por la continuidad de Muñiz. Sanz le respondió que su intención era proponerle al jeque la continuidad del asturiano, aunque también apostilló que ésa sería una determinación exclusiva del qatarí.

Dicho encuentro comenzó pasadas las 19:00 y también hubo representantes de Garrigues, uno de los despachos a través del cual se fraguó la operación. Mucho antes de eso, el dirigente madrileño se personó en la sede del CSD (Consejo Superior de Deportes) para entregar los documentos que acreditan el cambio de propiedad y el organismo arrancara el protocolo para autorizar la operación. En el momento en que den luz verde se procederá al anuncio oficial de la venta y se procederá a realizar la ya celebérrima conferencia de prensa, que finalmente no será el 15 de junio.

Se prevé que a lo largo de la jornada de hoy Fernando Sanz pueda comunicarse con las instituciones (Ayuntamiento, Diputación Provincial y Junta de Andalucía) para transmitirles formalmente la venta de la entidad, puesto que ayer todavía no lo había hecho.

En cuanto al funcionamiento de la entidad, la presencia del secretario de Abdullah Bin Nasser Al-Thani en la ciudad durante varios días más servirá para entrar de lleno en la configuración del proyecto para la temporada entrante, puesto que el alargamiento de la negociación ha dejado al Málaga en una posición rezagada a la hora de acudir al mercado de fichajes. De hecho, hoy mismo tienen previsto reunirse en Marbella para meterse a fondo con esta y otras muchas cuestiones.