Fernando Miguel Fernández Escribano confirmó ayer lo que era una sensación a voces el domingo en el Sánchez Pizjuán, que el empate cosechado se consideró positivo en el seno del vestuario. Pero, además, para la plantilla tiene un añadido. Ser un nuevo kilómetro cero, una nueva vía en el enésimo intento de edificar un Málaga sólido. O, como dijo el propio Fernando, "un nuevo punto de partida porque el Sevilla es un equipo bastante complicado en su campo".

¿Y cuál es ese nuevo modelo? Tal y como lo explica el 8 blanquiazul, el de construir la base desde atrás: "Para salir de ahí abajo lo primero que un equipo tiene que ofrecer es una solidez defensiva y a raíz de ahí se conseguirán otras cosas".

La faena para el Málaga es que el tiempo no le va a dar muchas concesiones. Las urgencias vuelven a aparecer este mismo domingo con la visita del Getafe. Hay que canjear el empate obtenido en el Sánchez Pizjuán por tres puntos más que permitan continuar con la escalada clasificatoria. "En la situación que estamos tenemos que preocuparnos de nosotros mismos y, si el equipo afronta el partido contra el Getafe a buen nivel, tenemos muchas opciones de ganar. Tenemos buen equipo, buenos jugadores y da igual el rival que tengamos enfrente. Son tres puntos vitales, nos jugamos mucho y eso se tiene que ver desde el primer minuto", explicó al respecto el centrocampista malagueño.

Fernando quiso restar alarmismo con respecto al hecho de ser colistas y pidió que se mire la clasificación, en la que desde el decimosegundo puesto hay equipos sin problemas: "Hay muchos equipos que estamos ahí peleando y hasta el final no se va decidir nada".