Ferrer sí, Almagro no

1. Los miembros del equipo checo de Copa Davis alzan jubilosos la Ensaladera de Plata, la segunda que conquistan después de la que lograron ante Italia en 1980. 2. David Ferrer se dispone a servir ante Berdych, al que derrotó para igualar la final a dos. 3. El capitán español, Álex Corretja, consuela a Nicolás Almagro después de su decisiva derrota ante Stepanek en el quinto partido.
1. Los miembros del equipo checo de Copa Davis alzan jubilosos la Ensaladera de Plata, la segunda que conquistan después de la que lograron ante Italia en 1980. 2. David Ferrer se dispone a servir ante Berdych, al que derrotó para igualar la final a dos. 3. El capitán español, Álex Corretja, consuela a Nicolás Almagro después de su decisiva derrota ante Stepanek en el quinto partido.
Miguel Luengo (Efe) / Praga

19 de noviembre 2012 - 05:02

Radek Stepanek, que el próximo 27 de noviembre cumplirá 34 años, selló la victoria de la República Checa ante España, defensora del título, en la final número cien de la Copa Davis al derrotar a Nicolás Almagro en el último partido, por 6-4, 7-6 (0), 3-6 y 6-3, y lograr el 3-2 definitivo. Treinta y dos años después de que la Checoslovaquia de Ivan Lendl, Tomas Smid, Jan Kodes y Pavel Slozil ganase a Italia por 4-1 también en Praga, el equipo checo se alzó con la victoria, vengando en cierta manera la derrota que los españoles les infligieron en Barcelona, por 5-0.

Los cuatro históricos jugadores de aquel equipo de los años 80 disfrutaron de la victoria, al igual que el cantante Karel Gott, el Julio Iglesias checo, que disfrutó en la tribuna con el triunfo de Radek, entregado a su equipo, que jugó los tres días, perdiendo su primer encuentro con David Ferrer el viernes, ganando el sábado el doble con Tomas Berdych y sentenciando ayer con su garra y mayor experiencia el duelo con una victoria ante Almagro en tres horas y 52 minutos.

El jugador de Karvina, apoyado en la grada por su mujer, la ex tenista Nicole Vaidisova, tenía esta deuda pendiente en su carrera. Ha ganado títulos del Grand Slam en dobles, como el Abierto de Australia este año junto con el indio Leander Paes, y llegó a figurar en el octavo puesto de la clasificación mundial en 2006 en individuales, con su mejor actuación en un grande en Wimbledon en 2006 al alcanzar los cuartos. En su carrera ha ganado cinco títulos individuales y 16 de dobles, tres de estos últimos este año.

Quizás ésta era su última oportunidad para ganar la Copa Davis y por eso la aprovechó al máximo, convenciendo a su capitán Jaroslav Navratil para que confiase en él y dejase en el banquillo a Lukas Rosol, el último jugador que ha ganado a Rafael Nadal, y sudando durante diez horas y dos minutos en los tres días para lograr el triunfo más importante de su carrera, sin importarle salir del pabellón herido en una rodilla, un codo y los nudillos tras lanzarse a la pista como un kamikaze.

El checo dominó el partido en los momentos importantes rompiendo el saque de Almagro en el décimo juego del primer parcial para ganarlo en 55 minutos. En el segundo, Almagro logró desquitarse y sacudirse la presión al romper (3-2) por primera vez después de 86 minutos de juego.

Llegó a adelantarse el español por 4-2, pero luego cedió en el octavo (4-4) y después tuvo que salvar cuatro bolas de set antes de encaminarse a un desempate, calentado por la presión de los casi 14.000 espectadores.

En este juego corto fue donde Radek sacó a relucir sus mejores dotes. Presionó al español, le agobió con sus restos y llevó el partido a su terreno, al psicológico, donde Stepanek firmó sus mejores gestos intimidatorios hacia el rival, para enardecer a los suyos. El 7-0 de este parcial fue una losa que podría hundir a Almagro, pero el español reaccionó.

Una rotura de Almagro en el sexto juego del tercer parcial (4-2) puso de nuevo en pie a todo el bando español, que empezó a soñar de nuevo con Nico, que se apuntó su primer set después de tres horas y dos minutos de lucha.

Con Radek aparentemente cansado, todo parecía a favor del español, pero el de Karvina tiró de lo único que le quedaba ya, genio y astucia, para romper en el segundo juego y situarse luego 3-0 arriba.

Su selección de ataques fue minando la moral del español, que al final acabó con 55 errores no forzados, eso sí, salvando una bola de partido pero entregando la victoria a la segunda con un revés a la red.

Antes, Ferrer había nivelado la contienda (2-2) al imponerse a Tomas Berdych por 6-2, 6-3 y 7-5 en dos horas y 25 minutos, en un gran partido del español, que luciendo un murciélago, el símbolo de su club, el Valencia, en la parte superior izquierda de su pantalón, dio una magnífica demostración de fuerza mental para vencer a Berdych, infligiendo al checo la derrota más humillante en casa de toda su carrera. Luego, Almagro no estuvo a la altura. La sexta Ensaladera tendrá que esperar.

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