Nada tuvieron que ver los primeros treinta minutos con lo que después se vio. El equipo tiró garra para continuar en su línea, sin temor a nada, conociendo su capacidad y sintiéndose arropado por las casi mil personas que ya disfrutan del balonmano en Antequera. La familia crece, al igual que los puntos, que ya van 13 y los chicos de Lorenzo Ruiz y Darío Mata se consolidan en la segunda posición tras vencer a un duro Alarcos Ciudad Real (27-23) en una tarde que quedará en la retina de todos los aficionados por el coraje de los verdes.

Igualdad en los primeros compases del encuentro, donde destacaron las defensas ambos conjuntos, pero la preocupación no llegaría hasta el ecuador del primer acto, cuando Lorenzo Ruiz tuvo que solicitar tiempo muerto al ver que el Ciudad Real empezaba tomar una notable renta, llegando al minuto 15 con el resultado de 6 a 10. Recortó en cierta medida pero tras dos errores antequeranos se llegó con el 11-14 al descanso.

Sin embargo, el equipo salió motivado a la segunda mitad y en cinco minutos igualó el electrónico (15-15). Parecía un equipo totalmente distinto. Todo empezaba a salir bien y Los Dólmenes, con un Fernando Torres enchufadísimo bajo palos para asegurar, anotó seis goles consecutivos y plantó el 21 a 16 en el marcador con 15 minutos aún por delante.

No obstante Los Dólmenes no bajó la guardia sabiendo el equipo que tenía delante. Tan sólo tuvo que gestionar su renta, que además llegó a aumentar a ocho goles de diferencia (27-19). El partido ya estaba ganado a falta de cinco minutos, por lo que los jugadores empezaron a respirar mientras el Ciudad Real dio un pequeño empuje a su casillero para dejar el 27 a 23 final. Lo que cerraba un partido más para enmarcar en un regreso a la División de Honor Plata histórico para los antequeranos.