¿Fiesta total en Manchester?

Cuando un equipo celebra, su gran rival suele llorar. Hoy se puede romper esa máxima del fútbol, ya que Manchester United y Manchester City tienen la posibilidad celebrar juntos sendos títulos.

El United festejará el triunfo en la Premier League si al menos empata con el Blackburn Rovers. Será su trofeo número 19, que lo colocará como el equipo más laureado de Inglaterra por delante del Liverpool. El City, por su parte, jugará la final de la Copa en Wembley, donde es el máximo favorito ante el Stoke City. Por ello, la mitad celeste y la mitad roja pueden convertir mañana a Manchester en una ciudad completamente en fiesta.

"El Blackburn está luchando por su vida, así que no nos podemos permitir dar nada por hecho", dijo Ryan Giggs, uno de los mejores jugadores del United en los últimos meses. "Necesitamos jugar bien y lograr el punto que nos falta. No queremos esperar al último partido", aseguró Giggs, que quiere asegurar el trofeo y centrarse ya en la final de la Liga de Campeones en Londres del próximo 28 de mayo ante el Barcelona.

El técnico, Alex Ferguson, asumió el mando del United en 1986 con la intención de "quitar al Liverpool de su maldito trono", según dijo entonces en una frase célebre. Hoy, 25 años después, lo puede conseguir. "Cuando ganamos el título en 1993, las compuertas se abrieron", dijo Ferguson, a punto de lograr su duodécima Liga.

La fiesta del United podría ser completa si el modesto Stoke, con su juego primitivo, sorprende al millonario Manchester City de Roberto Mancini. Lo único que une a ambos equipos que se verán las caras en Wembley es su pasado sin títulos. En los últimos 35 años ninguno ganó nada. "Queremos hacer historia, por nosotros y por los nuestros", dijo Edin Dzeko, el último gran fichaje de Mancini. "Los chicos han esperado toda una vida por un trofeo", agregó.

El técnico italiano espera poder contar con el capitán, el argentino Carlos Tevez, lesionado. "Está progresando, pero no estará al cien por cien", aseguró Mancini, que al menos tiene la tranquilidad de haber logrado el objetivo mínimo de la temporada: la clasificación a la próxima Liga de Campeones.

"Necesitamos un trofeo y será éste", dijo el portero celeste Joe Hart. El técnico del Stoke, Tony Pulis, también tiene problemas de lesiones, como la del defensa alemán Robert Huth. Pulis, a pesar de todo, cree que puede sacar provecho de su papel de víctima y de la obligación de vencer autoimpuesta por el City. "Somos conscientes de lo que somos y podemos ganar a cualquiera", dijo el técnico de los Potters, que jugarán su primera final de Copa en sus 148 años de historia. "Si me hubieran dicho antes que llegaríamos a la final, habría dado saltos de alegría".

El supersticioso galés reservó el mismo hotel en el norte de Londres y las mismas habitaciones que ocupó el equipo en el triunfo por 5-0 contra el Bolton en semifinales. Pero el City se adelantó, pagó por anticipado y el Stoke tuvo que marcharse a otro alojamiento.