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Gabriel Jesús, el chico que pintaba las calles

Cuando Brasil suspiraba en el Mundial de 2014 por la falta de un gran 9 en su selección, Gabriel Jesus pintaba calles como un hincha humilde en Sao Paulo. Cuatro años después, el delantero centro le da alas a las esperanzas de la canarinha de volver a levantar el título en Rusia 2018.

Gabriel Jesus, de apenas 21 años, es uno de los debutantes más jovenes en la Copa del Mundo y una muestra del enorme potencial del fútbol brasileño. "Quiero colocar mi nombre en la historia de Brasil", avisó el artillero en Sochi. Gabriel Jesus llegó a la selección en 2016 de la mano del recién designado entrenador Tite, y desde entonces se ha adueñado del puesto en el centro del ataque brasileño, un lugar por el que pasaron nombres ilustres como Careca, Romario o Ronaldo.

Clásico 9, Gabriel Jesus ha puesto fin también a los lamentos de su país de 2014, cuando los pentacampeones naufragaron en casa al perder 1-7 con Alemania en la semifinal. La búsqueda llegó ahora a su fin. En boga con el renacimiento de la verdeamerela bajo la batuta de Tite, en la selección se debatían en los últimos días problemas de lujo: si debía jugar Gabriel Jesus o si el entrenador debía darle más bien una oportunidad a Roberto Firmino.

"Voy a intentar estar tranquilo", prometió el futbolista de orígenes muy humildes, que en 2017 conmovió a sus compatriotas al publicar en Twitter una foto de cómo había vivido el Mundial de 2014: un adolescente descalzo que pintaba una calle paulista con los colores verde y amarillo para celebrar a la selección.

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