Ganar no fue suficiente

No pudo ser. Se rozó con la yema de los dedos, pero el sueño se esfumó entre ellos. El Estepona hizo el más difícil todavía. Se permitió recibir un gol en el primer minuto de partido y consiguió llegar al descanso con ventaja y a un gol de igualar la eliminatoria. Con 45 minutos por delante, el sueño era más que posible, pero el Tenisca se mantuvo firme en defensa y privó al conjunto esteponero de pelear en la última ronda por estar la próxima temporada en Segunda División B.

Tal y como ocurrió en el partido del Muñoz Pérez, el conjunto canario se adelantó en el marcador a las primeras de cambio. Esta vez de forma inapelable. Un magistral lanzamiento de falta de Cabrera se coló por la escuadra de Lolo Soler, que bastante tuvo con rozar el balón. Pero el mazazo no desarboló a los esteponeros, como pasó en el partido de ida. Allí, en aquella primera parte, se quedaron muchas de las opciones de pase. Los de Abraham García se levantaron después del gol y buscaron rápidamente el empate. Apuraron todas sus opciones de todas las formas que permite el fútbol. Una de ellas, la estrategia, le permitió llegar al descanso con ventaja.

Si algo consiguió el Estepona con el fichaje de Scifo fue calidad a balón parado. Y en el momento clave de la temporada volvió a aparecer el guante del canario. Dos jugadas calcadas en sendos saques de esquina metieron al conjunto esteponero de lleno en la eliminatoria. Los dos fueron botados con maestría al primer palo. El primero lo remató Ángel, el segundo fue obra de Añón. Dos tantos que metieron el miedo en el cuerpo a un Tenisca que acabó pidiendo la hora al descanso. La llegada del tiempo muerto se estimaba necesaria para los locales. De hecho, el parón lastró muchas de las opciones esteponeras. Los canarios pudieron realizar cambios y reorganizar su defensa para unos segundos 45 minutos que prometían muchísimo.

Abraham García instó a los suyos a dar un arreón inicial para buscar el tercer gol. Lo intentaron por medio de Scifo, Santi Moreno y Añón, pero Oliver se mostró muy seguro bajo palos. El dominio del balón seguía siendo costasoleño, pero el físico obligaba a un parón para afrontar el arreón definitivo en el tramo final de partido. En esos instantes, con los cambios realizados, el Tenisca disfrutó de una mayor posesión y alguna que otra ocasión de gol que se encargó de desmantelar Lolo Soler. Fue entonces cuando Abraham García movió ficha con la entrada de Óscar y Ador.

Toda la artillería estaba sobre el césped y el gol malagueño parecía cuestión de tiempo. Un tiempo que se agotaba a marchas forzadas y que el Tenisca intentaba perder en cada acción. Una de ellas le costó la expulsión a Simón. Con diez, la idea era clara, achicar balones. El Estepona lo intentó hasta el final, pero no pudo ver portería. Su temporada se acabó con el pitido final, al igual que el sueño de regresar a Segunda B. Tocará levantarse e intentarlo de nuevo.