'La Gaviota' alza el vuelo

fútboL 3 TERCERA DIVISIÓN

Catanha se estrenó como titular el domingo en la victoria del San Andrés ante el Huétor Vega

"Me gusta competir y pelear, sólo pararé cuando sienta que no estoy para la guerra"

Catanha sigue una jugada en el partido del domingo contra el Huétor Vega.
Catanha sigue una jugada en el partido del domingo contra el Huétor Vega. / Marilú Báez
Víctor Miralles Málaga

22 de noviembre 2016 - 02:04

Poco importa el DNI cuando sientes el amor por el fútbol de Henrique Guedes da Silva, o lo que es igual: Catanha. El histórico hispanobrasileño está de vuelta a Málaga tras explorar medio mundo y lo hace para acompañar a su gente. Él sólo estará donde le quieran, como manifiesta. Donde sienta afecto y donde pueda luchar cada domingo con un objetivo, porque a sus 44 años aún queda vivo lo más importante: el espíritu competitivo. Y ese lugar donde expresarse es el San Andrés, el humilde club de El Duende que confía en seguir viendo agitar las alas a La Gaviota.

"Si no es para competir no estoy. Es lo que me gusta, pelear, hacer de todo. Cuando sienta que no esté para la guerra no valdré", asevera Catanha para Málaga Hoy. El domingo contó con 55 minutos en su primera titularidad con la azul y amarilla en Tercera División. Con ella se logró la segunda victoria del equipo este curso, un sufrido 1-0 contra el Huétor Vega que da un respiro a los de Andrés Domínguez por primera vez desde el triunfo que cosecharan en la segunda jornada; un 3-0 al Atarfe. Un resultado para crecer, como destaca el ex malaguista: "Ya tocaba. La gente se reía un poco de nosotros y el equipo necesita urgentemente los puntos. Tuvimos una charla muy buena durante la semana y habíamos trabajado muy bien. Es difícil, pero currando y día a día podemos sacarlo adelante".

Antes de su estreno como titular, Catanha ya había despuesto de otros 16 minutos en la dura derrota por 6-1 a domicilio contra el Motril. Allí tuvo la oportunidad de coincidir con su hijo Pedro Guedes, de 22 años, formando una curiosa dupla de delanteros. Por compenetración no será en esa relación paternofilial que promete buenos ratos en El Duende. "Es un chico con mucha fuerza, que vale mucho. Apuesto bastante por él y además él siempre está pendiente de mí. Intento enseñarle, trabajo muchas veces aparte con él. Tengo que darle ejemplo, que soy si padre. Si no lo hago yo, ¿quién lo hará?", apunta entre risas.

La familia y la compañía fueron el reclamo para el regreso del delantero a la Costa del Sol. Antes de calzarse las botas y saltar al césped de la barriada de San Andrés, Catanha decidió probar suerte en Torremolinos. Allí se puso el mono de trabajo para ser la cara del Zenit, un nuevo proyecto de Segunda Andaluza. Una breve pero intensa etapa que considera como un paso en falso. "Creo que me equivoqué. No fue lo que realmente me esperaba, me prometieron cosas y luego no se cumplieron", asegura un decepcionado Catanha, que se muestra crítico con lo vivido en la localidad malagueña: "Ese tipo de cosas se tienen que acabar, un proyecto tiene que ser algo más serio y no jugar con tu nombre. No tengo edad para andar con tonterías, yo voy donde de verdad me quieran".

Con esa máxima recogió sus cosas y marchó hacia la capital, donde además de jugar actúa como segundo entrenador de Andrés Domínguez. "Lo hice sobre todo por el míster, que es una persona muy buena. Estuve algún tiempo viendo sus entrenamientos y le dije que quería estar con él. Lo ayudo como segundo y con lo que sea, fue una decisión que tomé muy rápidamente pero acerté, porque no estaba muy bien en Torremolinos".

Ahora, arropado por "un equipo de barrio con una afición muy buena" está más cerca de La Rosaleda, el escenario donde hubiera deseado estar cuando tronaban los acordes del himno de la Champions League. "Me pilló en Brasil, pero acompañaba en cada partido al Málaga. Estaba deseando poder ir a uno, pero no pude". Por eso pide tener otra oportunidad de asistir a un encuentro europeo en Martiricos: "El equipo tiene que estar en competiciones europeas todos los años, tenemos que mirar a lo grande porque ya lo somos. Tenemos que buscar resultados, estar en UEFA o en Champions".

Habla de nosotros porque nunca dejó de ser un malaguista más. Esta temporada contempla con optimismo la progresión de los pupilos de Juande Ramos. Tampoco puede pasar por alto el empate en el Camp Nou: "Fue un partido muy bueno en tema de lucha y mentalidad. Además, Kameni fue un monstruo. La del cabezazo de Neymar, el paradón cuando sale... Un partidazo". Además, critica la actitud del Barcelona y sus alegatos: "¡Qué penalti ni nada! Hay que saber perder y empatar. El Málaga no va a ir de tú a tú, tiene que ir como fue, encerradito y buscando la contra y ya está".

Bien sabe La Gaviota de sacar petróleo del Camp Nou, con aquel 1-2 en 1999 que recuerda con nostalgia. "Ese partido nos salió perfecto, con Agostinho, De los Santos, Valcarce... Era un equipazo. Yo me quedé sin marcar, y mira que tuve dos o tres", trae de la memoria de un joven de Recife al que dos años bastaron para depender de Málaga.

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