Globalización en la vanguardia

Que el Málaga disfruta de mayor presencia internacional que en años anteriores es evidente. Buena muestra de ello es el actual parón por los compromisos de las selecciones. Nigeria se encomienda a Obinna para obtener un billete a Suráfrica, Duda y Edinho preparan dos encuentros trascendentales con Portugal y Baha haría lo propio con Marruecos si sus isquiotibiales hubiesen resistido contra el Xerez. Además, Edu Ramos ha vuelto a estar concentrado con la selección española sub 17 y Benachour se cayó de la preselección para integrar el combinado tunecino. Una circunstancia fruto de la Ley Bosman, que transformó la base jurídica del fútbol y con ello la estructura del mercado. Una globalización a otro nivel que esta campaña se ha dejado sentir sobremanera en la delantera malaguista, ya que en ella no figura ningún jugador español. Es el peaje de contar con futbolistas forjados en otros torneos, lo que convierte a los blanquiazules, junto con el Atlético, en el único equipo de Primera cuyos puntas son todos extranjeros.

Baha (Marruecos, aunque nacido en Francia), Obinna (Nigeria), Edinho (Portugal) y Forestieri (Italia, aunque originario de Argentina) completan el cuarteto de atacantes que tiene a su disposición Juan Ramón López Muñiz. Entre todos, cuatro nacionalidades que hacen del conjunto blanquiazul un caso sólo comparable al del cuadro que adiestra Abel Resino, que tiene a sus órdenes a Agüero (Argentina), Forlán (Uruguay) y Sinama Pongolle (Francia). El resto de clubes de la máxima categoría poseen a algún español en su línea más ofensiva.

De hecho, es una situación que nunca se había dado en la época moderna en Martiricos, donde siempre ha militado algún delantero nacional cada campaña en Primera. En la 99/00, Joaquín Peiró podía alinear a Basti y Catanha (brasileño de origen, pero acredita pasaporte español); en la 00/01, el técnico madrileño hacía lo propio con Basti, Canabal e Ismael; los dos cursos siguientes Canabal representaba el único reducto patrio en la vanguardia; con Juande Ramos en el banquillo, en la temporada 03/04, Salva y Geijo (de raíces suizas) pasaban a acompañar al gallego; en la 04/05, Tote actuó en solitario como único español; en la 05/06, el ejercicio previo al último descenso a Segunda División, Couñago y Salva formaban la terna de arietes no foráneos: y hasta mayo de este año, el propio Salva y Adrián López competían por hacerse un hueco arriba.

Sin embargo, en el vestuario ya no hay ningún punta que porte la bandera rojigualda. Una extranjerización que no se centra únicamente en Europa o América, principales caladeros de futbolistas. Así, el Málaga aparece como una de las tres entidades que cuenta con dos delanteros africanos: Obinna y Baha. En el Mallorca militan Keita y Webó y en el Sevilla Kanouté y Koné. Por otro lado, sólo el club sevillista concentra más nacionalidades que el Málaga. Cinco conviven en Nervión (marfileña, uruguaya, brasileña, malí y española) por cuatro en Martiricos.