Guardiola se quita presión

El Bayern Múnich de Pep Guardiola inauguró la nueva temporada de la Bundesliga ganando (3-1) al Borussia Mönchengladbach, una victoria clave para aliviar la enorme presión que rodeaba el estreno liguero del técnico catalán.

El campeón alemán y europeo dio el primer paso a la defensa del histórico triplete de la temporada anterior sin gran brillo. Sólo un inspirado Ribery y las paradas de Neuer compensaron la ausencia del gran fútbol con el que sueña Guardiola. Sin Thiago, con gripe, Guardiola alineó casi el mismo equipo que ganó en mayo la final de la Liga de Campeones. La única novedad fue la entrada de Kroos por Javi Martínez. El español, que se sumó más tarde al equipo tras disputar la Copa Confederaciones, entró en el segundo tiempo. El Bayern mostró un juego intermitente e indeciso, con vocación ofensiva pero dejando peligrosos huecos en defensa. Sobre todo, Ribery apareció para cambiar la dinámica del partido y demostrar por qué está entre los tres nominados a mejor jugador de Europa con Cristiano Ronaldo y Messi.

El francés inició su recital personal, en el minuto 12, al lanzar un centro milimétrico al área. Robben hizo honor a la asistencia y definió al primer toque por encima del meta Ter Stegen. Un primer gol de la Bundesliga para enmarcar. Poco después, Ribery participó también en el segundo gol, conectando en el área chica un centro que el portero visitante rechazó a los pies de Mandzukic. El croata no perdonó y amplió distancias para delirio de los 71.000 espectadores que llenaron el Allianz Arena.

Pero lo cierto es que el equipo no terminó de mostrar un juego sólido. El Gladbach avisó por medio de Kruse y de Raffael en dos ocasiones y sólo lo separó del gol un impecable Neuer. A poco del descanso, Arango lanzó un centro que el central muniqués Dante desvió a gol.

El descuento volvió a meter a los visitantes en el partido, mientras Guardiola miraba al suelo concentrado y aparecían los fantasmas de la derrota de en su primer partido con el Barcelona ante el Numancia. El Gladbach salió en el segundo tiempo más concentrado y Arango volvió a crear claras ocasiones para el empate que Kruse vio otra vez frustradas por Neuer. El Bayern respondió con una de Robben y un disparo de Kroos al palo. Los locales respiraron, finalmente, con el gol de penalti de Alaba por manos de Álvaro Domínguez, quien cometió dos penaltis por manos en un minuto.