Los pasos se suceden y la plantilla del Unicaja 2009/10 ya tiene ojos y caras. El próximo fichaje será el de Guillem Rubio. ¿El último? Puede que, a corto plazo, sí. El club malagueño ha desbloqueado la negociación que en los últimos días se había encallado con el Bàsquet Manresa, propietario de los derechos de Rubio. El Unicaja abonará en torno a los 300.000 euros, la cantidad fijada en su contrato para rescindirlo hasta el pasado 18 de julio. El cuadro del Bages solicitaba, tras haber prescrito esa cláusula, una cantidad superior, pero finalmente el pago será sólo ligeramente superior y la dirección deportiva cierra de esta manera su juego interior con un jugador de perfil medio y evolución constante desde su debut en la élite.

Guillem Rubio, que había pasado unos días difíciles porque por momentos se complicaba su sueño de dar el salto a un club de primer nivel, lucía ayer la mejor de las sonrisas en el parqué de Bahía Sur, donde disfruta de la experiencia de estar con los mejores jugadores españoles en calidad de invitado por Sergio Scariolo. Su agente, Miquel Sola, le había comunicado que la negociación entre el Manresa y el Unicaja estaba encaminada y que, en las próximas horas, será oficialmente jugador verde por las tres próximas temporadas. El equipo catalán ya se ha cubierto las espaldas con los fichajes en los últimos días de Cusworth y Ahmad Nivins y el inminente de Kaloyan Ivanov más la renovación de Alfons Alzamora para completar su juego interior ante las salidas de Rubio y la más que probable de Asselin.

Jugador y club malagueño habían llegado a un acuerdo semanas atrás que se extenderá por tres temporadas, como ya publicó este periódico el pasado sábado. Rubio, que cumplirá 27 años en octubre, es el mayor de los cinco refuerzos (él, Blanco, Dean, Printezis y Freeland) que hasta ahora ha cerrado el Unicaja, lo que indica por dónde van las trazas del nuevo proyecto cajista. Jugadores con hambre y cosas que demostrar, aún con amplio margen de mejora y procedentes todos, salvo Printezis, de equipos de un escalón inferior. Quizá todavía por catar en la superélite, pero con referencias muy buenas.

"Estoy muy contento porque se va a hacer realidad un sueño y espero que pronto se haga ya oficial", decía Rubio tras la sesión matinal de entrenamiento de la selección. "Es una roca, tiene mucha actitud y va a por todas, se pega con quien sea", dicen algunos de sus compañeros que trabajan con él estos días en San Fernando. Es quizá el jugador menos conocido de los 15 que están a las órdenes de Scariolo, pero por ello valora aún más la oportunidad que se le presenta al saltar a un equipo de Euroliga. Es plenamente consciente de que no es una figura y todo lo que ha conseguido es gracias a su trabajo. Ya ha hablado con Cabezas y Garbajosa para ponerse al día sobre Málaga y alguna broma se le ha gastado a él y a Saúl Blanco, último fichaje cajista presentado, por el salto que dan en sus carreras.

Teóricamente, la experiencia de Rubio en la selección acabará el próximo día 13, cuando el combinado nacional abandone San Fernando para viajar hasta Las Palmas y jugar contra Cuba el primer partido de preparación para el Eurobasket. Con la llegada de Pau Gasol mañana, Scariolo tiene previsto llevarse desde Bahía Sur a los 12 jugadores que compondrán la lista definitiva, aunque las lesiones, que a día de hoy no han hecho acto de presencia de manera significativa, podrían dilatar la decisión. Teóricamente, Saúl Blanco y Carlos Suárez se disputan el puesto, aunque el trabajo de Sergio Llull está cautivando a los técnicos. La selección disfrutará de descanso mañana por la tarde y el domingo por la mañana y el martes días 11 por la mañana, así que parece complicado que Rubio se desplace antes del citado día 13 hasta Málaga para ser presentado. En cualquier caso, se incoporaría al inicio de la pretemporada el día 17 con un plantel mermado por las lesiones y la amplia nómina de internacionales.