Hushovd asalta Montjuïc

Ciclismo l Tour de Francia

El esprínter noruego vence en Barcelona superando en la meta al español Freire, que se metió al fin en la lucha por la etapa · Los favoritos no sufren contratiempos en la antesala al inicio de la montaña

Thor Hushovd celebra la victoria en la línea de meta de Montjuïc por delante del español Óscar Freire.
Thor Hushovd celebra la victoria en la línea de meta de Montjuïc por delante del español Óscar Freire.
Carlos De Torres (Efe) / Barcelona

10 de julio 2009 - 05:02

El noruego Thor Hushovd, del Cervelo, se llevó la victoria olímpica de la cima de Montjuïc en un pulso con Óscar Freire, al que batió con claridad en los últimos metros de la sexta etapa del Tour, la primera cien por cien española con el trayecto entre Gerona y Barcelona, de 181 kilómetros, en la que el suizo Cancellara retuvo el maillot amarillo.

Hushovd, un ex esquiador de fondo y aficionado a la caza de 31 años, corpulento como pocos, 1,84 metros y 83 kilos, superó a Freire a sólo diez metros de la línea, cuando el cántabro rozaba el sueño de ganar en la capital catalana, que recibía el Tour por tercera vez. La tercera plaza se la apuntó José Joaquín Rojas, otro de los murcianos del Caisse d'Epargne.

Así fue el desenlace de una jornada lluviosa, complicada por el agua que cayó sobre Barcelona y marcada por las caídas en el tramo final, la jornada previa a la cita inaugural de la montaña, que los favoritos pasaron con tensión, pero sin cambios en la general. El suizo Cancellara logró su objetivo de llegar de amarillo a Andorra, pero ahí se hará la última foto con la prenda dorada. "Mañana se habrá terminado todo", admitió. Pero nadie le quitará una semana de amarillo.

Lance Armstrong y Alberto Contador se mantuvieron en los dos siguientes escalones del podio, el texano con el mismo tiempo de Cancellara, y el madrileño a 19 segundos. Ambos llegaron en el grupo principal, muy atentos en la subida a Montjuïc, con el mismo tiempo del ganador, 4:21.33.

Gerona despidió la caravana del Tour con el cielo gris y amenazante. Federico Martín Bahamontes sopló las velas de su 81 cumpleaños en la salida. El Tour le rindió un homenaje por su legendaria victoria de 1959. El Águila de Toledo aprovechó para soltar una de sus profecías: "Contador ganará el Tour aunque tenga el enemigo en casa", dijo.

El pelotón puso rumbo a la Costa Brava con la cabeza puesta en la llegada inminente de la montaña. En el guión estaba marcado un día de transición, de ésos que sirven para guardar fuerzas. Luego la lluvia, la tensión y las caídas volvieron a complicar el escenario previsto.

Los intentos de fuga no cuajaron, pero fueron numerosos, como el que protagonizó el estadounidense David Zabriskie (Garmin), quien pasó en cabeza la Cota de Sant Feliú de Guixols. Fue el detonante para la fuga destacada del día, con su compañero David Millar como protagonista.

El escocés aceleró en el kilómetro 46, abrió hueco y poco después recibió la visita de los franceses Sylvain Chavanel y Stéphane Augé, a los que se unió Amets Txurruka, el supercombativo de 2007 que buscó la etapa para el Euskaltel.

Pero Millar decidió buscar la aventura en solitario a falta de 49 kilómetros para la meta. El escocés contra el mundo, bajo la lluvia y con el asfalto convertido en una pista de patinaje. Apenas un minuto de renta a 10 kilómetros de meta. Un par de caídas cortaron el pelotón en varias fracciones. El belga Tom Boonen se fue al suelo y se quedó sin sprint, también cayó antes Carlos Sastre, sin consecuencias.

Una persecución loca con Millar a tiro. El hombre del Garmin pasó junto al puerto barcelonés, donde la estatua de Colón le indicaba el camino a seguir, poco después cruzó la Plaza de España e inició el ascenso a la montaña olímpica. Ahí cedió Millar. Las cuestas que conducen al Estadio Olímpico desencadenaron otra batalla. Los hombres del Caisse D'Epargne metieron números en la ruleta, el Astana con Contador y Armstrong con las orejas tiesas en cabeza y por libre, como siempre, Óscar Freire.

Llegó el momento de optar al premio. Esta vez el Columbia no dispuso de efectivos para preparar la fiesta a Cavendish. Saltó Freire desde atrás, agarró unos metros, el sueño se acercaba, pero apareció la fuerza bruta de un nórdico llamado Thor Hushovd para regalar al Cervelo su primera victoria en el Tour.

Un premio para Hushovd, un esprínter que se llevó el maillot verde en 2005. El rubio hundió a Freire, que lamentó que esta vez los rivales se agarraran a su rueda. La táctica que tantas victorias le ha dado al campeón español.

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