Jesús Gámez, duda para jugar en Zaragoza por un esguince de tobillo
El fuerte balonazo que sufrió después de un disparo de Gabilondo le tiene entre algodones
Los balonazos suelen dejar secuelas inmediatas en quien los recibe. Siempre y cuando impacte en zonas blandas. A veces ocurre que tocan hueso. Y pueden producir lesiones. Da fe de ello Jesús Gámez, que es duda para jugar en Zaragoza por un esguince de tobillo originado en el desvío de un chut de Gabilondo a puerta.
No parece motivo suficiente para generar una dolencia así, pero tiene su explicación: el futbolista se encamina a la trayectoria del esférico para impedir el remate, normalmente de espaldas por instinto para no ser golpeado en una zona más dolorosa. Entonces, sin pretenderlo, los pies se quedan más laxos al perder el apoyo con el suelo. Justo eso le tocó vivir al lateral fuengiroleño, quien aguantó el choque con entereza hasta que ya en frío el pie se le comenzó a inflamar.
La cercanía del choque, pasado mañana, es lo que le mantiene entre algodones. Hay que dar una tregua de entre 24 y 48 horas para ver si la inflamación remite, de ahí que no pueda haber un diagnóstico más preciso de su lesión hasta el mismo día en que Pellegrini ofrezca la convocatoria y el equipo se desplace hasta Zaragoza.
Tampoco saltaron al césped del Ciudad de Málaga Baptista y Van Nistelrooy. Ambos permanecieron en el gimnasio para recuperarse de las pequeñas molestias con las que acabaron el encuentro, ya que a su edad les cuesta recuperar con dos partidos en cinco días, sobre todo el brasileño, que ha estado demasiado tiempo convaleciente.
Quien sí que se pierde el partido seguro es el zaragocista Pinter por culpa de un edema miofascial del músculo semitendinoso del muslo derecho.
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