De Larios al mundo

Sea por el motivo que sea, la calle Larios nunca tiene ningún motivo para descansar. Ni una semana ha pasado desde que acabó la Feria de Málaga. Ya desaparecieron las carpas, los puestecillos o la colosal puerta roja de entrada. Y en la Plaza de la Constitución reinaba otra vez la amplitud frente a los enormes chiringuitos instalados en los que la gente bebía al ritmo de la música. Hasta que apareció la caravana. Ahora están los camiones de la organización y de TVE, la zona VIP, los talleres de los equipos que se bifurcan por calles colindantes y las cabinas de los medios.

De golpe, la Calle Larios está preparada ahora para otro evento de mayor proyección. Aunque la Feria es muy popular más allá de los límites malagueños, la Vuelta se seguirá en directo en televisiones de todo el planeta. El mismo nivel de amplitud tendrá la atención al evento durante estos días. El próximo año, como se anunció ayer en La Térmica, la competición arrancará en Alicante, pero hoy lo hace desde el Pompidou, en una etapa de ocho kilómetros. Los ciclistas continuarán por el Dique de Levante, para avanzar paralelos a la playa de La Malagueta y luego subir por la calle Pérez Estrada. Tras hacer un rodeo por las calles Ferrándiz y Victoria, los corredores bajarán por el Paseo del Parque hasta la Calle Larios.

La calle más popular de Málaga siempre tiene motivos para ser el centro de atención. En esta ocasión alberga un largo pasillo formado por vallas publicitarias y señales que marcan los últimos metros hasta llegar a la meta. Y, aunque sea una competición deportiva, no pasa indiferente ante la multitud, que pasa el rato haciendo fotos, o incluso selfies, e incluso atraviesa la calle por donde lo harán los ciclistas. Todo este ambiente es similar a itinerarios de Semana Santa, aunque esta vez se trate de un rápido desfile. También hay espacios para que las cámaras de varias televisiones puedan inmortalizar el momento. La pasarela continúa a lo largo de la calle Larios hasta la Plaza de la Constitución, donde, junto a varios camiones estacionados, se encuentra el gran arco que cierra el telón de la primera etapa de la Vuelta 2018. Ahí se verá quién es el primer maillot rojo.