Larrazabal ya está al mando

Aitor Larrazabal se puso manos a la obra al frente del Marbella en la matinal de ayer, dirigiendo una sesión de entrenamiento que precedió a su presentación como nuevo técnico blanquillo. El histórico ex jugador del Athletic estuvo acompañado del presidente de la entidad, Alexander Grinberg, que le dio la bienvenida y volvió a solicitar el apoyo de la afición para este domingo ante el Betis B (12:00).

"Es para mí un reto personal y vamos a intentar que los jugadores puedan demostrar que son capaces de salir de esta inercia negativa en la que se han metido", señaló un Larrazabal que, en principio, llega para dirigir sólo los últimos encuentros de liga. El bilbaíno se mostró "ilusionado" por esta oportunidad que le llega nueve meses después de su última experiencia en el banquillo.

Larrazabal se unió a las palabras de Grinberg y solicitó a los seguidores del Marbella un último empujón para el choque ante el filial bético, en el que los costasoleños pueden certificar la permanencia: "El domingo necesitamos la ayuda de todo el mundo para revertir esta situación y que el equipo esté más desahogado".

El nuevo técnico marbellí, que viene acompañado de su ayudante Gonzalo Suances, entiende que la actual coyuntura no es propicia para ganarse la confianza de cara a la próxima temporada. "No es la situación ideal, está claro, pero los entrenadores que estamos a la espera de conseguir un equipo estamos dispuestos a hacerlo en cualquier momento", comentó el bilbaíno, que no descarta continuar el año que viene: "Si mi capacidad es la que yo creo que puede ser, supongo que se podrán sentar las bases y conversaciones para el futuro, pero ahora mismo estoy centrado sólo en estos partidos".

Larrazábal, que ya visitó como jugador el Municipal en un encuentro copero ante el desaparecido Atlético Marbella, confirmó conocer de antemano a su plantilla: "He visto cuatro o cinco partidos en directo y más de 15 en vídeo y la verdad es que ha habido un cambio claro de un equipo que luchaba por la Copa a otro en un bucle que ha generado este cambio, que es la ley del fútbol cuando las cosas no salen bien".

El preparador blanquillo tiene por delante un objetivo para el que es necesario "estar unidos y que los jugadores intenten disfrutar", aunque asume que no hay una receta mágica: "No hay muchos inventos, sólo trabajo, unión, sacrificio e ilusión".