Llega un grande en racha

El Valencia, pese a las intermitencia de su convulsa historia reciente, siempre aterriza con la etiqueta de equipo grande. En las últimas jornadas lo está llevando a gala (también en Copa). Porque o gana haciéndolo bien o rescatado por la inspiración de sus veloces jugadores ofensivos. Por eso ha enlazado una racha muy buena en las últimas jornadas.

SIN BALÓN

Que el conjunto ché lleve cuatro encuentros seguidos sin encajar gol (una de las víctimas de su hermetismo ha sido el Barcelona) no es casual. Pese a las dudas de Emery para encontrar continuidad en la zaga, al fin su sistema empieza a dar frutos. David Navarro y Dealbert, que se ha asentado a la perfección en la élite del fútbol, tienen gran culpa en ello.

Pero las ayudas vienen desde arriba, puesto que el conjunto valenciano se siente muy cómodo al contragolpe. Sus pequeños atacantes inician la presión desde la delantera y eso le permite vivir agazapado para luego sorprender en velocidad.

CON BALÓN

Obviamente, la velocidad marca el estilo de juego del Valencia. Existe un dato demoledor que realza el papel de sus futbolistas: los 15 goles que acumula se los reparten entre varios atacantes: Villa (7), Mata (3), Pablo Hernández (3), Silva (1) y Zigic (1). Por ello, Muñiz está pensándose mucho si buscar arriba al cuadro levantino o no.

El rol contragolpeador del Valencia se refleja también en el hecho de que los pupilos de Emery han sacado más puntos a domicilio que en Mestalla (nueve y seis).

LO MEJOR

La pegada. En los últimos encuentros, sin practicar un fútbol especialmente atractivo ni sólido, el Valencia ha logrado sacar adelante partidos difíciles debido a la inspiración de sus hombres más adelantados.

LO PEOR

Mestalla pesa bastante. Sobre todo, en el ámbito defensivo. Cualquier gol en contra se convierte en una losa pesada para los futbolistas de Emery, que por segunda semana seguida jugarán a domicilio y lo agradecerán.