Alpinismo

Lolo González emprende el regreso por las dificultades para ascender al Kanchenjunga

  • Un golpe de calor a su sherpa hizo que no se pudiera completar

Lolo González, durante la ascensión.

Lolo González, durante la ascensión.

El alpinista malagueño Lolo González está de vuelta al Campo Base, tras 5 días muy intensos por las tierras altas en el intento de subir al Kanchenjunga. La progresión hasta llegar al Campo 3 se desarrolló con normalidad, destacando dos situaciones: el primer día Cas, uno de los escaladores, llegó hasta la piedra del lunch sin fuerzas y decidió bajar, por lo que Wilco, su compañero, se ve obligado a continuar solo. Esta nueva situación permitió a Lolo ganar comodidad, ya que compartieron sus tiendas en los campos de altura; La otra situación destacable, ocurrió durante la subida al Campo 2, donde el calor fue tan sofocante, que Lolo casi sufre un golpe de calor.El día 11 de mayo, a media tarde llegaron a las tiendas del Campo 3, e iniciaron los preparativos para acometer la escalada de los últimos 1.300 metros de esta impresionante montaña. Salieron de las tiendas aún de día, con una tarde excelente, y comenzaron a remontar las primeras pendientes, utilizando las cuerdas fijas. Al caer la noche comenzaron a sentir el frío, pero la ascensión continuó sin problemas. Cuenta que apareció la luna, algo que les permitió ver más allá del círculo de luz de las linternas frontales. En mi primer intento de cima, Lolo alcanzó los 8.000 metros de altitud en unas 7 u 8 horas, en esta ocasión, su segundo intento, con Wilco y Dawa Sange Sherpa, pensaban que podrían hacerlo en 5 horas. Sin embargo, Lolo observó algo extraño en el comportamiento de su compañero sherpa, Sange. Efectivamente, llegó hasta donde estaba sentado y le dijo que no podía seguir, no soportaba el dolor que le estaban causando las botas. “A saber, cuánto tiempo llevaba aguantando, ya que le pedí que continuara un poco más, hasta un rellano y me comento que no podía más”, relata malagueño. Tras este revés, tuvo que tomar una decisión: “No me podía creer lo que estaba pasando y por mi cabeza una pregunta, que ha repetido muchas veces en esta expedición, ¿qué más puede pasar en esta expedición? En poco tiempo debía tomar una decisión. Barajando diversas posibilidades, opté por la más segura, bajar y renunciar a la cima, sabiendo que sería definitivo. Estoy seguro que otro Lolo que conozco, habiendo vivido situaciones previas diferentes, hubiese tomado otra decisión. Pero al que le tocó decidir, no”.

Tras la dura decisión, bajaron a Campo 3 a descansar e iniciar de nuevo el descenso. Lolo acompañó a Sange durante todo el descenso, ya que le llamó muchísimo la atención que bajara rapelando, algo que no es normal, ya que utilizan la técnica sherpa para descender, siempre que no sea un sector vertical. Para terminar la jornada, a Sange le ha saltado la última cabecera de descuelgue, antes de llegar a tierra firme.  Esta aventura está terminando y según Lolo quiere cerrar esta nota con sus propias palabras: “Esto va terminando, he llevado mi capacidad de sufrimiento al extremo de forma prolongada (nunca antes), no ha podido ser y es difícil explicar cómo me siento. Tengo ganas de volver a casa, así que nos vemos pronto”.

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