No pudo ser. Damián Quintero no estará hoy en la final del Abierto de Estambul del Circuito Mundial de kárate. Ayer cayó derrotado en las semifinales de dicha competición ante el japonés Kazumasa Moto y disputará un último envite en suelo europeo en busca de la medalla de bronce. Será ante otro nipón, Ryonosuke Kikuchi.

El malagueño regresaba al tatami, esta vez de Estambul (Turquía), tras su éxito el pasado mes de mayo en Serbia, donde logró su noveno oro europeo. Las sensaciones no podían ser mejores a su llegada a tierras turcas. Llegó a semifinales tras superar al húngaro Botond Nagy por 5-0, y a los japoneses Yuhei Horiba (3-2), Chikashi Hayashida (5-0).

Fue en semifinales donde se dio el tropiezo de Quintero. "Salí al tatami tranquilo y disfruté de mis katas. Pero en la segunda parte de mi última kata, la de semifinales, me encontré un poco más cansado de lo normal, quizás porque hubo poco descanso entre ronda y ronda", afirmaba el malagueño tras caer ante Kazumasa Moto por un contundente 5-0, un resultado poco habitual para él, pero que le empuja a seguir trabajando.

Quintero se enfrentará ante al japonés Ryonosuke Kikuchi, que actualmente ocupa el puesto 63º en el ranking mundial, en la disputa por el bronce. Kikuchi fue apeado de la final por el actual número uno del mundo, el también nipón Ryo Kiyuna, quien recientemente adelantó al malagueño, en estos momentos segundo, y al que aventaja en 480 puntos, tras tres años de hegemonía del español. Será "como un paso más para seguir sumando puntos en el ranking", asegura Quintero antes de salir al tatami.