España se jugará hoy con Macedonia (11:00) la séptima plaza del Europeo de Waterpolo después de ganar (7-9) a Rumanía, una selección que antaño había librado grandes duelos con el equipo español y que, hoy por hoy, está muy lejos del nivel exhibido por los hombres de Rafa Aguilar.

Aunque el combinado rumano nunca le perdió la cara al partido, lo cierto es que sólo fue por delante en el marcador en los primeros minutos (2-1), cuando España todavía no le había cogido la temperatura a la piscina malagueña.

Los anfitriones ni siquiera tuvieron que emplearse a fondo en defensa durante la primera mitad, en la que sufrieron una sola exclusión, para ponerse por delante y marcharse en el marcador. Los lanzamientos exteriores de Felipe Perrone, Piralkov y Minguell y un par de buenas conexiones entre la primer línea y el boya concretadas con acierto por Iván Pérez y Vallés bastaron a España para marcharse con una cómoda ventaja al descanso (3-6).

Tras la reanudación, Rumanía se mantuvo en el choque gracias a las paradas de Nenciu y la insistencia de Radu, que recortaría las diferencias para su equipo (4-6) mediado el tercer cuarto.

Un tanto de Molina en la última jugada de este tercer período parecía acabar con cualquier atisbo de reacción de los rumanos (4-7), pero no fue así. De nuevo Radu, con dos tantos en superioridad, pondría emoción al choque al inicio del cuarto definitivo (6-7).

A esas alturas del partido, España había perdido intensidad, se estaba atascado en ataque y Aguilar pidió un tiempo muerto, a falta de cuatro minutos, para hacer varios retoques tácticos.

En la jugada siguiente, Minguell daría un respiro a su equipo (6-8), pero Iosep, de penalti, volvería a poner un gol abajo a los rumanos (7-8). Tuvo que ser de nuevo Minguell, con un lanzamiento lejano, quien sentenciara a minuto y medio del final (7-9). Rumanía jugará hoy contra Rusia por la novena y décima plaza.