Málaga c. f.

El Málaga da por perdido a Tiago Gomes

  • El club asegura que el jugador abandonará este lunes la disciplina blanquiazul al expirar el plazo que le dio al Estrella de Amadora

El caso Tiago Gomes consumió ayer sus últimas horas de vida. Y lo hizo con el final que nadie deseaba. El Málaga comunicó ayer que el jugador tendrá que abandonar la disciplina blanquiazul después de que expirara el ultimátum que Fernando Sanz y los administradores judiciales le dieron al Estrella de Amadora. Hasta última hora de la tarde, el club malagueño esperó a que el conjunto luso le remitiera el transfer para desbloquear la operación. Sin embargo, los documentos no llegaron. El equipo presidido por Antonio Oliveira y la agencia de representación que posee los derechos del jugador tampoco pudieron cobrar ayer el montante de la operación, requisito indispensable para desbloquear el conflicto.

El enésimo contratiempo en las negociaciones motivó que el club "se viera en la obligación" de remitirse al comunicado de prensa que emitió el pasado 19 de febrero a través de su página web y en virtud del cual el jugador tendría que dejar el Málaga si antes del 29 de febrero no llegaba su transfer a las oficinas de Martiricos. No obstante, el jugador, que ayer por la tarde no tenía constancia oficial del desenlace e de las negociaciones, se desplazará hoy a La Rosaleda para entrenarse junto al resto de sus compañeros y el lunes, según el club, abandonará la disciplina blanquiazul tras negociar su finiquito. Desde el Málaga se insiste en que no va a haber "marcha atrás", aunque viendo cómo se han desarrollado todos los acontecimientos desde que se gestó la operación, nada debería descartarse.

Y es que la estancia de Tiago Gomes en Málaga ha estado salpicada de contratiempos. Antes de llegar a un acuerdo con el Málaga, el jugador estuvo recluido durante cuatro días en un hotel de la capital. El propio director general del club, Luis Yáñez, aseguró hace una semana que desde un primer momento intuyó que la operación iba a ser muy difícil que fructificara. Cuando todo hacía presagiar que el portugués iba a entrar en la convocatoria ante el Córdoba, sólo tres días después del partido saltó la noticia de que el Málaga no tenía en su poder el transfer que le permitiera jugar en España. Desde ese momento, continuos viajes de su representante, Sergio Ferro, y de Antonio Oliveira a Mérida y Madrid para reunirse con la empresa que compró sus derechos y con Lorenzo Sanz, propietario del Málaga.

Incluso el miércoles se alcanzó un principio de acuerdo entre las partes en la capital de España. Sin embargo, el dinero nunca llegó a la conexión portuguesa, que ve ahora cómo el jugador tiene que regresar a Portugal sin poder fichar por ningún otro equipo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios