Marbella se reivindica como inventora del pádel

El príncipe Alfonso de Hohenlohe viajó en 1974 a México para revisar las instalaciones del establecimiento del mismo nombre que poseía allí el Hotel Marbella Club. Más de tres décadas después parece difícil imaginar que aquel viaje constituyera el germen de la invención del pádel, un deporte que se extiende fundamentalmente por Europa y América y que resulta uno de los más practicados en países como España y Argentina.

Durante su estancia mexicana, el empresario hotelero visitó a su amigo Enrique Corcuera, que disponía en su finca de una pared de frontón en la que había instalado una red de tenis y una valla metálica en ambos laterales con el objetivo de contener las bolas que se iban fuera de la pista. Corcuera utilizaba, además, para practicar una paleta de madera como era común entonces en Estados Unidos. El carácter pionero de Honhenlohe hizo el resto y a su regreso construyó la primera pista de pádel, en un terreno que quedaba disponible en el Marbella Club en dirección a la playa y en la que se fueron gestando las reglas de este deporte, incluyendo la posibilidad de que la bola rebotara en sus paredes.

"El príncipe calculó las medidas a ojo tomando como base que no se instalara sobre un depósito que existía allí y la gente que practicaba el nuevo deporte iba discutiendo las reglas del mismo, que al comienzo se jugaba con un tanteo de 21 puntos", explica Juanjo Nieto, director del club de tenis y pádel Los Granados y uno de los primeros que jugó en la mítica pista del Marbella Club. "Los primeros años fueron muy divertidos porque en aquella pista jugaban todos los golfos de dinero de Marbella que no sabían jugar bien al tenis y además no querían vestirse de punta en blanco para ir a un club de tenis", recuerda Nieto.

De hecho, la afición de personalidades de la jet-set marbellí a este deporte fue el punto de partida para que se difundiera por la Costa del Sol y pronto llegara a Madrid. Paralelamente se extendió al extranjero, cuando en 1975 el millonario argentino Julio Menditengui, amigo de Honhenlohe y asiduo visitante de Marbella, descubrió este deporte y lo exportó a su tierra natal. Hoy es el segundo deporte más practicado en Argentina después del fútbol -que es casi una religión-, con más de dos millones de jugadores y 10.000 pistas repartidas por todo el país.

A lo largo de estos 35 años, Marbella no ha hecho gala de ser la ciudad en la que se gestó el pádel. Un papel que reivindica ahora con motivo de su designación como Ciudad Europea del Deporte 2009 y en virtud de la iniciativa del club Los Granados, que celebrará entre el 30 de abril y el 2 de mayo un evento que reunirá a algunos de aquellos primeros jugadores de la mítica pista del Hotel Marbella Club junto a una selección de las principales figuras de este deporte a nivel internacional en la actualidad.

Entre las actividades programadas en las pistas de Los Granados, club ubicado en Puerto Banús, se encuentran la disputa de partidos de veteranos o exhibiciones de profesionales de la talla de Agustín Gómez, Maxi Gabriel, Gerardo Derito o Lucas Eslava. También se impartirán clinics privados con la participación de Cata Tenorio. El evento, en el que colabora el Ayuntamiento de Marbella, acogerá también la entrega de reconocimientos a las figuras que contribuyeron a la difusión del pádel, así como la celebración de un acto conmemorativo en el Hotel Marbella Club para la instalación de un monolito en el lugar en el que antiguamente se ubicó la primera pista de pádel.