María Torres: "El objetivo sería coronarme en Europa; sería una pasada"

Kárate

La campeona del mundo malagueña habla sobre cómo lleva su título

El espectacular recibimiento a la campeona María Torres en Málaga, en fotos
El espectacular recibimiento a la campeona María Torres en Málaga. / Javier Albiñana
Efe

07 de febrero 2022 - 16:42

La karateka andaluza María Torres, que se coronó campeona del mundo de kumite el pasado noviembre en Dubái, afronta un año con otros dos retos mayores que quiere añadir a su currículo: el Campeonato de Europa en mayo y los Juegos Mundiales en julio. La malagueña es graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, profesora de kárate en la escuela de su padre en Málaga, estudia Magisterio e imparte clases extraescolares en el colegio El Atabal. Exprime al máximo su tiempo. "Sabes que del kárate no vas a poder vivir toda la vida y tienes que seguir formándote", explica en una entrevista con la Agencia EFE.

Pregunta: Se proclamó campeona del mundo en noviembre, tras varios meses de reposo de aquella hazaña. ¿Cómo se siente?

Respuesta: Saber que has conseguido el objetivo que perseguías durante mucho tiempo es una sensación increíble, pero al final la vida y la temporada siguen. Por tanto, los campeonatos también. Entonces hay que volver a la realidad como si no hubiera pasado nada y seguimos entrenando de la misma manera. Ahora miro los objetivos que vienen en un futuro.

P: A sus 24 años de edad, pronto 25, es la número cuatro en la clasificación de la federación mundial de kárate.

R: Obviamente estoy muy contenta y es algo increíble, pero no te puedes quedar ahí si quieres conseguir más cosas. Está claro que mi objetivo es poder repetirlo todas las veces posibles y levantar los máximos títulos. Es verdad que es algo impresionante, pero tengo que seguir avanzando, aunque como se suele decir, valoras tu propio trabajo una vez que terminas tu carrera deportiva y creo que me ocurrirá algo parecido.

P: El amor por el kárate le viene de tradición familiar, con su padre, Eugenio Torres, ganador de cinco campeonatos europeos y una medalla de bronce en un Mundial.

R: Desde que comencé, mi padre ha sido mi ejemplo para seguir durante mi carrera deportiva y, obviamente, en el sentido de lo que significa un padre para una hija en el transcurso de la vida en general.

Para mí, es un apoyo muy grande a la hora de entrenar y cuando compito. Es una persona que me aporta muchísima confianza y el me conoce mejor que nadie, por tanto, siento que puede entrenarme mejor que cualquier otra persona. Así como guiarme en el transcurso de un campeonato, porque somos uña y carne. Mejor que él, no me conoce nadie.

P: Es graduada por Ciencias de la Actividad Física y Deporte, trabaja dando clases en la escuela de kárate y da clases extraescolares. ¿Cómo es compaginar de estudios y entrenar todos los días prácticamente?

R: Tras terminar el grado de Ciencias de la Actividad Física y Deporte, me encuentro cursando Magisterio. Es complicado porque tienes que sacar tiempo de donde no lo tienes y también ganas, que muchas veces faltan. Al final, sabes que del kárate no vas a poder vivir toda la vida y tienes que seguir formándote. Aunque ojalá se pudiera vivir de este deporte.

Sin embargo, toca aprovechar las horas de viaje en avión, tren o coche. Cuando llegas de entrenar intentas sacar tiempo para hacer las actividades que tengas. Por tanto, no es fácil, pero al final es lo que nos toca a los deportistas de élite.

LA BÚSQUEDA DE PATROCINADORES

P: ¿Cómo es el día a día en la vida de María Torres?

R: Durante la semana la vida social es complicada, porque también trabajo, y si quiero descansar...pues no me queda tiempo. Por ello aprovechó el fin de semana para pasar tiempo con mi familia, mi novio, mis amigas y amigos, e intentó aprovechar mi tiempo al máximo.

En definitiva, entre semana no me da tiempo a hacer vida social como me gustaría y tengo que aprovechar cualquier tiempo libre que disponga para pasar tiempo con mis seres queridos.

P: ¿Cuántas horas entrena al día más o menos?

R: Entreno entre tres y cuatro horas de lunes a sábado.

P: ¿Cuál diría que es la situación económica que vive el kárate, en relación con las ayudas a los deportistas?

R: En estos momentos es bastante complicado porque no disponemos de la beca ADO, ya que el kárate ha quedado fuera de los Juegos Olímpicos de París 2024. Como he comentado antes, estoy trabajando, aunque solo dos horas al día porque si no, no me da tiempo al resto.

En definitiva, es duro porque no puedes compaginarlo y tampoco te puedes dedicar al 100% a lo que implica ser deportista de élite. Por tanto, con el entrenamiento y el trabajo del que dispongo. Y con la presencia también de algunos patrocinios puedo tirar hacia delante, pero cuando estos desaparezcan no sé si terminaré dejando mi vida deportiva, aunque no tendría la misma calidad de la que dispongo ahora.

P: En estos momentos, ¿cómo se encuentra el tema de los patrocinadores privados?

R: La verdad que es un tema difícil y las empresas grandes van a deportistas relevantes como futbolistas o jugadores de baloncesto. Sin embargo, la búsqueda de patrocinadores la hemos comenzado hace poco y esperamos sacar buenos frutos.

P: Una carrera más que laureada a sus 24 años... Cuando una persona le enumera todos los premios o reconocimientos que ha ganado. ¿Qué piensa? ¿Qué se le pasa por la cabeza? Entre ellos, 13 veces campeona de España y un mundial en sus vitrinas.

Cuando escucho todo lo que he ganado, me parece algo increíble y muchas veces pienso: María eres tú quien ha conseguido todo eso. Sin embargo, como he dicho antes, me gustaría ganar muchas más cosas y no me quedo estancada ni pensando lo increíble que es mi currículum ahora mismo, sino que cuando termine me gustaría que fuera más amplio.

P: ¿Guarda algún recuerdo en especial de alguna de sus victorias?

R: Obviamente, la más importante ha sido el mundial absoluto el noviembre del año pasado en Dubái y fueron a verme mis padres, y para mí fue otro nivel. Por otro lado, guardó un recuerdo especial del Campeonato Europeo Sub-21 en Chipre porque estuve compitiendo con gente de 20 y 21 años, mientras que yo tenía los 18 recién cumplidos. En este caso mucha gente no se lo esperaba y además que estaban allí mis padres.

Por supuesto mi primera medalla mundial, que fue el bronce en la categoría junior y era mi primer campeonato nacional. No fue un broche de oro, pero casi.

"EL ORO ERA EL OBJETIVO DESPUÉS DE CAER EN EL PREOLÍMPICO"

P: ¿Cuándo la seleccionadora española de kárate le llamó para participar en el preolímpico de París cuál fue su reacción?

R: En la base de datos en donde inscriben a los competidores, y cuando quedaban horas para la publicación del listado decidí no mirarlo. En este caso, no las tenía todas conmigo porque al europeo no fui en la categoría de mi peso, sino que tuve que bajarme de rango para poder ir y en el resto de las competiciones internacionales el, por aquel entonces, seleccionador, aunque hubo un cambio en el cargo, y llegó Irene Colomar.

Aún y todo, sentía que no las tenía todas conmigo porque en el pasado no había sido seleccionada. De mi selección para poder ir al preolímpico me enteré de una manera peculiar. Una chica de Málaga me mandó una foto a través de Instagram, donde salían las inscripciones y mi nombre aparecía entre las personas seleccionadas. Al principio me quedé en shock, porque sentía que tenía todo perdido. Después de asimilarlo, le llamé a mi padre y se lo conté, y se volvió loco. Sin duda fue un momento genial y bonito para recordar.

P: Ha comentado que para poder competir en el europeo de Chipre tuvo que bajarse de peso. ¿Afecta a la forma de entrenar de cara a los campeonatos?

R: Al final, cada peso es un mundo y estoy acostumbrada, desde los 18 años, a competir en la categoría absoluta senior que es +68 kilos y por tanto esos son los rivales que tienes más estudiados.

Un cambio de peso supuso nuevas rivales y no tuvimos casi tiempo de preparación, ya que me enteré de que iría tres o dos semanas antes. En definitiva, la manera de pelear es totalmente distinta y las características de entrenamiento son totalmente diferentes. En +68 kilos puedo aprovechar la velocidad, ya que soy más rápida que alguna de mi rival al tener menos peso corporal y soy, también, de estatura más baja. Sin embargo, en -68 kilos, soy de las más pesadas y por tanto no soy la más rápida, entonces es un cambio importante.

Por tanto, me costó trabajo y fue un cambio complicado, ya que era mi primer campeonato en ese peso a nivel internacional.

P: ¿Cómo recuerdas el enfrentamiento en la primera ronda del preolímpico ante la kazaja Sofya Berultseva, bronce olímpico en Tokio?

R: No tengo un recuerdo agradable, aunque ya está más que superado. Tras pasar la liguilla, en la primera vuelta de la siguiente fase, me enfrenté a Berultseva. Comencé ganando 2-0, pero debería de ir ganando de mucha más puntuación. Sin embargo, los jueces no lo determinaron de esa manera y en el último segundo me caí, mi rival se acercó a darme, aunque creo que no me rozó, pero finalmente el jurado le otorgó tres puntos que le dieron la victoria.

Al final es lo que tiene el kárate, que dependemos de cinco jueces y un fallo lo tiene cualquiera. Lo tengo más que superado y en el mundial tuve mi revancha en tercera vuelta. Fue guay, porque finalmente conseguí el oro en el Mundial de Dubái que era el objetivo después de caer en el preolímpico.

P: ¿Cómo fue el transcurso del mundial y ganarlo después?

R: En mi caso, trabajo mucho con mi psicóloga en centrarme ronda a ronda. No puedo parar a pensar en la final o semifinal. En mi caso, iba pasando rondas e iba pensando, vamos a por la siguiente. Aunque cuando te ves en la semifinal de un campeonato del mundo, ya te encuentras en una lucha total por una medalla. En aquel combate me tocó con la kazaka, Sofía Berultseva, bronce olímpico, y ya me había enfrentado en tres ocasiones contra ella, sin ninguna victoria, aunque me quedaba cerca.

Por tanto, creo que esto fue la motivación que me faltaba, pensar que no me iba a volver a ganar, aunque es mi amiga, pero tenía todas mis fuerzas puestas en alcanzar la final a toda costa. Efectivamente lo di todo y fue un combate muy igualado, pero al final son puntos de diferencia. Una vez en la final, fue toda una locura.

P: ¿Cómo se llevan los nervios durante la final de un Mundial?

R: Lo trabajo muchísimo con mi psicóloga y lo que más me tranquiliza son las respiraciones. Asimismo, un pensamiento que realmente me tranquiliza es saber que he dado lo máximo de mí misma en los entrenamientos y he llegado hasta ahí de la mejor manera posible, a nivel de nutrición, psicológico, preparación física y nivel técnico y táctico. Cuando tienes todo eso, solamente te queda disfrutar del momento, después de todo el trabajo realizado sin presionarme.

Todo ello me sirvió para estar concentrada los tres minutos de combate y que no se me escapará nada. Sin duda, me salió genial.

P: Después de ganar el mundial, ¿cómo fue la celebración de después?

R: Cada vez que me acuerdo se me ponen los pelos de punta. Fue algo increíble y nada más llegar al aeropuerto de Málaga, estaban esperándome mi familia, mis amigos, mis alumnos, mis compañeros del gimnasio... fue otro nivel. Por otro lado, guardo un recuerdo especial del Campeonato Europeo Sub-21 en Chipre porque estuve compitiendo con gente de 20 y 21 años, mientras que yo tenía los 18 recién cumplidos. En este caso mucha gente no se lo esperaba y además que estaban allí mis padres.

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