Esta tarde da comienzo una nueva edición de la Vuelta a España. La sexta para Luis Ángel Maté y a la que llega con ganas de hacer sonar su nombre. Tras tres semanas de preparación en Sierra Nevada, donde ha alternado la relajación tras el Tour con el entrenamiento para la inminente carrera española.

Aunque en la prueba gala el marbellí no acabó consiguiendo sus objetivos personales, a La Vuelta llega con ambición después de prorrogar su compromiso con el Cofidis por dos temporadas. La confianza de su equipo permite a Maté llegar a la competición con buenas vibraciones.

En una edición marcada por el adiós de Alberto Contador al ciclismo profesional, el malagueño buscará llegar el primero a meta en alguna de las etapas. Estrategia contraria a la que siguió en el Tour de Francia, pero que motiva mucho a Maté.

Un trazado el de este 2017 que es del agrado del ciclista. "Sigue habiendo pocos sprints, pero creo que da posibilidades a muchos tipos de corredores", explica en su web, y hace mención a la variedad de etapas: "Hay algún final en alto menos, más días de media montaña para fugas, una crono larga que me parece necesaria en toda gran vuelta… y de los finales en alto se han metido más puertos largos".

Una Vuelta muy importante en lo personal, ya que una buena actuación acercaría la llamada de Javier Mínguez para un Mundial de 2017 que se ha convertido en el anhelo de Luis Ángel Maté. Con salida en Nimes y llegada en Madrid, el marbellí tiene 21 etapas para hacer sonar su nombre. El resto vendrá seguido.