Media Maratón de Málaga 2023: Récords con sello de Kenia

Atletismo

Geofry Toroitich (59:13) y Caroline Nyaguthii (1:07.36) rompen los registros de la prueba malagueña, que sacó a más de 6.000 atletas a la calle para completar los 21.095 metros

Así fue la carrera

Los récords previstos

La cabeza de la prueba, por el litoral malagueño.
La cabeza de la prueba, por el litoral malagueño. / Carlos Guerrero

La Media Maratón de Málaga es un evento robusto, diferente al que un grupo de pioneros organizaban con el respaldo del Centro Cultural Deportivo y Recreativo de la RENFE en los años 80. Con más de 30 ediciones y el apellido de TotalEnergies, ahora es una prueba reconocida en el circuito español de carreras, sin ese halo romanticismo pero que funciona como un reloj. Hay miles de corredores, unos 6.000, que salieron a la calle para surcar el litoral Oeste de la capital hasta tocar ligeramente el Este y regresar al punto de partida, el Ciudad de Málaga. 21.095 metros sobre los que se buscan récords, tiempos, algo tangible que pueda venderse y ejercer de imán. Y lo consigue. El reto era bajar de una hora en hombres y de 1:08.00 en mujeres. Marcas de calibre mundial aunque las zapatillas voladoras hagan menos complicadas las gestas.

Y allí aparecen los kenianos voladores. La gran cantera del fondo mundial, con permiso etíope y con la pujanza de países de alrededor que comparten carga genética. Geofry Toroitich (59:13) y Caroline Nyaguthii (1:07.36) rompen con cierta holgura las barreras que había impuesto la organización. Mañana ideal para correr, el sol justo, algo de frío en la sombra y sólo una ligera brisa, esencial en un circuito de ida y vuelta para cumplir con los planes. El ritmo es constante, las referencias van bajando las previsiones. En la era que todo está medido y controlado, hay un ramillete de buenos atletas en las dos categorías, no queda un llanero solitario que pueda desfallecer. Se van cantando los tiempos y van por debajo de 2:50 y 3:25 minutos el kilómetro, ritmo salvaje que toleran los enjutos cuerpos africanos más el noruego Sondre Nordstad Moen, concentrado en Sierra Nevada, donde pasa temporadas su compatriota Jakob Ingebrigtsen, preparando el próximo Maratón de Málaga también. Igual con las mujeres.

Y entra Toroitich, un joven de 23 años natural de Tena, cerca de Nairobi, pero que vive en Iten, a más de 2.000 metros de altura, donde más fondistas por metro cuadrado habitan. Había firmado 1:00.44 en la Media Maratón de Madrid hace unos meses, pero nunca había bajado de la hora. Otros nombres más poderosos tenían más favoritismo, pero rompe la carrera en los últimos kilómetros y, efectivamente, en los últimos metros supera a su compatriota Boniface Kibiwott (59:23). Ambos pulverizan el récord que desde 2022 tenía Josphat Kiptoo Chumo (1:00.22), más de un minuto por debajo. Y con esa frontera simbólica de la hora destrozada. La sube ligeramente Moen, que completa el podio.

"Todo ha sido bueno. El tiempo, el circuito, la carrera...", relata el joven Toroitich minutos después, con una sonrisa y como si no hubiera corrido una barbaridad: "Sólo quería correr rápido, no tenía otro plan. Y he bajado de la hora y he ganado la carrera, así que todo bien". La sencillez también gana. Ganadores masculino y femenino y varios de los mejores pertenecen a la marca Asics, cuya ropa visten y cuyas zapatillas voladoras calzan. Es un factor inherente al atletismo actual, la calidad del calzado. Ha habido también en los últimos tiempos alta cantidad de positivos en países africanos (Kenia con especial virulencia) y se intentan despejar dudas.

Poco después, en tiempos con los que se ganaba la carrera masculina no hace tanto, entran en pugna Caroline Nyaguthii, que rebaja la marca prometida (1:07.36), y Veronica Loleo (1:08.03), que se queda al filo, también kenianas que han llevado el peso de la carrera y acaban triunfando en el Ciudad de Málaga.

Tras ellos, tras la élite, una ristra de corredores y corredoras, cada uno con su historia personal, con sus récords particulares, de superación contra la edad, los kilos o las enfermedades. Quizá sí más conectados con el origen de la prueba. También los clásicos Martín Fiz y Abel Antón, campeones del mundo que continúan conectados y viviendo con el deporte que les hizo grandes. Málaga vivió su Media Maratón, con récords con sello de Kenia.

stats