El argentino Lionel Messi aterrizó ayer en Barcelona, entrenó después con sus compañeros y apunta a titular en el partido del domingo ante el Celta en una nueva jornada de la Liga.

El delantero se sometió a nuevas pruebas médicas por un traumatismo en el pie derecho y poco después se entrenó con el resto de futbolistas del Barcelona. Lo hizo en zapatillas de deporte, todavía sin botas de fútbol, pero realizó carrera continua sin problemas.

El argentino arrastró unos problemas en un pie que durante los últimos días le impidieron calzarse las botas de fútbol, por lo que se perdió los dos últimos partidos con la selección argentina, ante Ecuador y El Salvador.

Tras aterrizar en Barcelona, Messi se sometió a diferentes pruebas a primera hora del día y poco después se entrenó con su equipo, aunque con ejercicios menos exigentes que los del resto de sus compañeros.

El Barcelona es optimista y está convencido de que podrá contar con Messi el domingo para la visita al Celta de Vigo, donde el conjunto azulgrana defenderá su liderato en la Liga, con cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid. "He visto bien a Messi. Ha hecho un viaje muy largo y ha hecho carrera con el resto de jugadores, que también han tenido un viaje largo. Está bien y con ganas de que llegue el partido ante el Celta", manifestó ayer el guardameta chileno Claudio Bravo.

Messi fue objeto de especulación por su lesión, que inicialmente no fue diagnosticada por los médicos del Barcelona. Pero las pruebas de ayer, sus carreras durante el entrenamiento y los comentarios de sus compañeros parecen alejar los rumores sobre la posibilidad de que exista una lesión importante.

Su compañero Gerard Piqué ya confirmó también el miércoles que había conversado con Messi y que éste le comunicó que se encontraba mejor. "He hablado con él, claro, y soy optimista. Creo que podrá estar, pero todo dependerá de cómo se sienta él", explicó el central del Barcelona.

Desde Vigo Nolito bromeó con las dudas sobre si Messi estará en condiciones: "Ahora llamo a su padre. Supongo que sí vendrá, pero por mí que se quede allí el domingo y el lunes en la playa".

El Eibar, que lleva diez partidos de Liga sin ganar, quiere frenar su caída libre en Ipurúa frente a un Rayo que necesita un triunfo para apuntalar la permanencia.

Será la primera vez que se enfrentan guipuzcoanos y madrileños en Ipurúa en Primera. Sí que lo han hecho en Vallecas, donde en la primera vuelta los azulgrana ganaron por 2-3. Antes sólo se habían visto las caras en Segunda y en Segunda B.

El entrenador del Eibar, Gaizka Garitano, está pendiente de la recuperación de Raúl Navas y Manu del Moral, quienes sufrieron sendas distensiones musculares en el último encuentro ante el Granada.

Por su parte, el Rayo llega a la cita en un gran momento, con nueve puntos sumados de los últimos 12 que lo han acercado a la permanencia e incluso le permiten soñar con repetir el histórico octavo puesto de hace dos temporadas.

El equipo que dirige Paco Jémez, que ha mejorado mucho sus prestaciones ofensivas, sobre todo con Alberto Bueno -autor de 15 tantos en Liga-, tiene en el acierto goleador del madrileño una de las bazas para ganar en un campo que le trae malos recuerdos de cuando perdió un ascenso a Segunda en 2007.