La muerte de Miguel Ángel Falasca viste de luto el voley malagueño

Conmoción en el deporte malagueño y español por el fallecimiento del ex internacional Miguel Ángel Falasca a los 46 años. Nacido en Argentina, se instaló con toda su familia en Málaga desde que tenía 15 años. Con él llegó también su hermano Guillermo, igualmente ex internacional español. Ambos formaron parte de la época dorada del voleibol malagueño, con un equipo de manera constante en la élite desde finales de los 80 hasta comienzos de siglo.

Falasca, tras una dilatada carrera en la pista, actualmente ejercía de entrenador en el ProVictoria Pallavolo Monza femenino italiano, aunque sus lazos con Málaga eran permanentes, parte de su familia aún reside en la Costa del Sol. Falleció a causa de un paro cardíaco a los 46 años mientras se encontraba en un hotel en Italia con su mujer, confirmó la Real Federación Española de Voleibol (RFEVB).

"Se encontraba en la boda del segundo entrenador y esta noche le ha dado un infarto en la habitación del hotel", según relató a Efe José Luis Moltó, compañero muchos años e íntimo amigo de Falasca: "Le han intentado reanimar los servicios médicos pero no lo han conseguido. Ahora están gestionando la repatriación del cadáver y su mujer está volviendo a casa para estar con los niños".

El colocador afincado en Málaga fue una de las piezas fundamentales para la consecución del gran éxito del voleibol nacional, el Campeonato de Europa de 2007 en Moscú, en el que también estuvo su hermano Guillermo. Además, participó en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y fue nombrado mejor colocador en la Copa del Mundo de 2007 en Japón. También formó parte además de la primera generación de la Concentración Permanente de Palencia entre las temporadas 1989-1992, con quienes de la mano de José Miguel Serrato y Luis Muchaga logró el subcampeonato continental.

Entre los equipos por los que pasó Falasca, tras iniciarse en Málaga, están Son Amar Palma, Modena, Roeselare o Skra Belchatow; en su palmarés logró varios títulos ligueros, una Top Teams Cup y disputar finales del Campeonato del Mundo de Clubes y de la 'Champions League'.

Tras retirarse como jugador, comenzó su carrera en los banquillos en Polonia al frente del Skra Belchatow, con el que consiguió la Superliga polaca, y tras lo que pasó a dirigir a la selección de la República Checa. En la última temporada, Miguel Ángel Falasca dirigió por vez primera a un equipo femenino, ProVictoria Monza, al que guió a la conquista de la Challenge Cup.

El presidente de la RFEVB, Agustín Martín Santos, lamentó la pérdida. "Es la peor noticia que podíamos esperar. El voleibol español siempre estará en deuda con él. Es una persona que lo ha dado todo por nuestro deporte", indicó.

"Sólo podemos tener una deuda de gratitud hacia Miguel Ángel. Es uno de los jugadores más emblemáticos de nuestra historia, indispensable para conseguir el Campeonato de Europa, y toda una referencia para generaciones posteriores", concluyó.