El Mundial de 2010 podría quedarse nada menos que sin el actual Bota de Oro y FIFA World Player, el portugués Cristiano Ronaldo. Es simple: si Portugal no gana hoy su duelo en Tirana contra Albania, las opciones de clasificación del once luso y de su astro se acercarán peligrosamente a cero.

El seleccionador nacional, Carlos Queiroz, aseguró antes del viaje al este europeo que sus discípulos no están nerviosos ni se sienten presionados por un partido que se presenta como una auténtica final.

"Respiramos con tranquilidad absoluta", dijo, añadiendo que el "entusiasmo y la confianza dentro del grupo no tienen límites". Queiroz dijo, también, que no le gustaría estar en la piel del entrenador albanés. Mucho dependerá del estado físico de Cristiano Ronaldo. El delantero del Manchester United llegó de sus vacaciones en Cerdeña con problemas en los aductores de un muslo, y los primeros tres días sólo pudo hacer ejercicios de gimnasio. "Pero el sábado estará bien y jugará muy bien", asegura su entrenador. El hombre en el que toda una nación deposita sus esperanzas, entretanto, se mantiene realista: "Si no le ganamos a Albania, no podemos estar en un Mundial", sentenció Ronaldo.

La actitud del controvertido entrenador parece similar a la del niño que silba en el bosque oscuro para espantar su propio miedo. Tal vez más sincero que Queiroz fue el defensor Ricardo Carvalho, quien admitió estar "asustado" ante la posibilidad de que Portugal quede afuera de la cita mundialista. "Todos sentimos la responsabilidad de quedar fuera del Mundial. Si pensamos un poco sobre esto, nos asustamos. Nos quedan cinco desafíos, y tenemos que ganarlos todos para mostrar que queremos llegar", dijo el zaguero del Chelsea.

También el extremo Simao Sabrosa, del Atlético de Madrid, admitió sentir presión. "Sabemos que no dependemos de nosotros", dice.

La situación del equipo que está undécimo en el ranking de la federación internacional FIFA es realmente preocupante: en cinco partidos, Portugal cosechó sólo seis puntos y ya está a siete puntos de los líderes, Dinamarca y Hungría (un partido más). Y lo que es peor: hace tres partidos de la fase de clasificación que no sabe lo que es festejar un gol.

Sólo el primero de grupo se clasifica directamente a Suráfrica, mientras que el segundo obtiene una opción en la repesca. Y para colmo de males, Portugal tiene que luchar para no ser pasado por Suecia (4 partidos) y Albania (7), ya que ambos también están con seis puntos. Los suecos, que hoy se enfrentan en casa a Dinamarca, abrigan además aún la ilusión de llegar al Mundial. En la ida, jugado en octubre de 2008, Portugal no pudo doblegar ante su propio público en Braga la férrea defensa albanesa y se tuvo que conformar con un empate a cero. Esta vez Queiroz promete un "gran partido".