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Nadal llega a casa, a la tierra batida

  • El español espera ansioso el inicio del ciclo de torneos en arcilla

Rafael Nadal apunta con optimismo a la inminente temporada europea de tierra, en la que defenderá muchos de los puntos que lo lanzaron al número uno del tenis mundial. "Me ha sido históricamente favorable", dijo en Madrid tres días después de su derrota en la final de Miami ante Djokovic. El español, dominador en la arcilla en la última década, aseguró que aterrizará en Montecarlo "en una situación de privilegio". La que le dan los casi 2.000 puntos que lo separan del serbio en el ranking y saber que tiene la historia de su lado. Aunque esta sirva "de poco para el presente".

El balear tiene la mente en Mónaco, donde Djokovic defiende el título que conquistó hace un año ante Nadal. Y busca en los entrenamientos "esa sensación de preparación, de esfuerzo, de seguridad". La confianza la ha demostrado tras superar a rivales importantes en el primer tercio del año y recoger "puntos valiosos" en Miami. "Son resultados y partidos que han sido positivos y espero que me ayuden para seguir jugando a buen nivel en tierra", dijo en una rueda de prensa por un acuerdo con el Banco Sabadell.

Es el rey de la arcilla: ganó en Montecarlo en ocho ocasiones, se impuso siete veces en el Godó, reinó otras dos sobre el polvo de Madrid y conquistó siete Roland Garros. Djokovic fijó en la final de París uno de sus grandes retos de 2014. Y el español no se atreve a valorar hasta qué punto será importante allí el duelo que perdió en Miami frente al serbio y la superioridad que éste mostró. "Ojalá no sea la tónica y podamos jugar muchas más veces, porque cada vez que me enfrento a él es porque estoy en una final. Para mí estar en una final siempre será un buen resultado. No me considero tan bueno como para no valorarlo", dijo.

El balcánico es el rival al que Nadal se enfrentó más veces a lo largo de su carrera. Djokovic lleva tres triunfos seguidos ante el español en las últimas tres finales. En el recuerdo, las siete consecutivas que ganó al español en 2011. Nadal revirtió aquel momento de 2011 y el año pasado lo derrotó en Roland Garros, Montreal y en la final del US Open.

A punto de arrancar la temporada en tierra, Nadal hizo balance del inicio de un año en el que sigue presente la espina de la final del Abierto de Australia, que perdió frente a Wawrinka cuando un problema de espalda lo dejó sin armas. "Creo que he hecho un inicio de temporada bastante bueno. Lo que ocurrió en Melbourne distorsiona lo que podía haber sido un inicio de año fantástico. No ha sido fantástico, sí bueno", aseguró satisfecho. "Mi balance (del primer trimestre) son 2.600 puntos, dos torneos ganados, dos finales perdidas. Ése es el balance real".

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