Suele sonreír Pau Gasol cuando se le menciona el nombre de Málaga, donde jugó por primera vez el 2 de mayo de 2000, en un partido de play off, aún en Ciudad Jardín. Meses después reventaría la Copa, ya en el Carpena. Su ligazón a esta tierra viene desde que compartía equipo con Berni, Germán y Cabezas en los juniors de oro y cuando Nacho Rodríguez hacía de mentor en el Barcelona. El antiguo base tuteló los inicios de Pau en el equipo azulgrana y la selección. Vivió a su lado la histórica explosión en la Copa del Rey de 2001 y alzó el título tras una exhibición de Pau, que desquició al Madrid que dirigía justamente Sergio Scariolo. Ayer, Pau Gasol accedía a todas las peticiones de fotos y posaba sonriente. Ahora es una celebridad, seguramente el mejor deportista español de la historia. Y en Málaga, donde también jugó con los Grizzlies además de con el Barcelona y España, es feliz. No es raro verle por Pedregalejo o El Palo en alguna de sus visitas.

"El primer Pau era un chico con una condiciones físicas espectaculares, muy coordinado y completo. Pero, sobre todo, con un nivel de autoconfianza increíble, me llamó la atención cuando aún no era nadie", rememora desde Madrid, donde ahora reside, Nacho Rodríguez: "Se veía que la ACB, no digo Euroliga porque no pudo competir por una apendicitis, se le quedaba pequeña. Veías que nadie le podía parar, como se comprobó otra vez en la final de la ACB. Fue su reivindicación. Todos los ojos estaban puestos en él y lo normal cuando eres joven es que te pueda la presión. Esa autoconfianza que siempre tenía convertía la presión en positiva. Málaga fue el principio".

Nacho asegura "a Pau le gusta muchísimo Málaga. Le encanta el mar, le recuerda a Barcelona, y el ambiente entendido de baloncesto que hay en el Carpena. Cuando fui pregonero en la Feria de 2002 y estábamos concentrados ahí con la selección la visitamos y disfrutó mucho. Está encantado en Málaga", asegura el malagueño, que recuerda divertido cómo la madre de Pau, Marisa, le llamaba para que tutelara a su hijo: "Le recuerdo en aquellos primeros entrenamientos y cuando era su compañero de habitación en las primeras concentraciones. Recuerdo conversaciones con su madre, que me pedía que le orientase. 18 años después de aquello ahí está. Como amigo suyo me alegro mucho de sus éxitos. Estuve viendo un par de entrenamientos de la selección en Madrid, me dio un abrazo y vi a la misma persona de siempre".

"Él va a llegar hasta cuando quiera", asegura Nacho sobre el futuro de Pau: "Se cuida mucho. Mentalmente es un superdotado y físicamente está fino. Creo que ha sido un acierto fichar por San Antonio, el equipo más europeo. Va a seguir compitiendo por ganar. Se merece como persona y como jugador optar a lo más alto".