Pellegrini quiere "un proyecto parecido"

Manuel Pellegrini marca una estricta frontera con los medios de comunicación. "No los necesito ni en los buenos ni en los malos momentos", es su argumento. Pero sabe que en contadas ocasiones tiene que ceder a las comparecencias, más en un año tan exitoso en el que él tiene tanta culpa. Limita el contacto a una entrevista anual para cada medio de referencia local y nacional. Ese momento llegó en la madrugada del miércoles para los programas deportivos de Ser y Cope. En ellos derramó palabras muy interesantes. Con luces de neón destacaron las relativas a su futuro, donde volvió a poner al Málaga en la pole: "No puedo adivinar el futuro, pero hay conciencia interna en el club de que hay que ordenar el proyecto, trabajar las áreas y llevarlas con gente capacitada. Mi futuro va a depender más de lo que se haga en Málaga que de ofertas exteriores. Yo soy feliz de poder quedarme y cumplir el contrato, ya dije que cuando termine mi carrera me vendré aquí a vivir. Tengo una casa. Dependerá de tener un proyecto parecido al cual yo vine, por mí feliz de estar en el Málaga".

Una aseveración sin alarmismos, ponderando lo blanquiazul, pero también cargada de sensatez y jugada a una única carta, a que el jeque Abdullah Al-Thani sepa valorar los ingredientes que necesita para que la afición siga soñando. Todo lo contrario que las palabras de su representante, Jesús Martínez, quien el día anterior había sido más críptico en torno a su futuro. "Tengo muy buena amistad con él, pero yo me independizo de Jesús, no tengo portavoz y no ando detrás de nadie para decir lo que quiero decir. Jesús habrá tenido sus motivos, yo no puedo controlar lo que él dice, las cosas internas las manejo internamente", precisó al respecto.

Otro de los temas estrella fue el cúmulo de emociones que le tocó vivir con el fallecimiento del padre, la eliminación de la Champions y la burbuja de malaguismo que ha estallado en reconocimiento a cómo ha puesto al equipo en la órbita internacional. "Tuvieron una reacción muy importante el otro día. He visto pocos partidos más emotivos que el del sábado. Todo el mundo tiene derecho a soñar, pero los verdaderos protagonistas son los que lo hacen realidad. La gente lo valorizó aunque no se lograra. El reconocimiento de la gente es impagable, no tiene valor".

Y, cómo no, volvió a incidir en la polémica arbitral que envolvió la eliminación de la Champions ante el Borussia Dortmund. Se expresó otra vez sin pelos en la lengua. "Viendo la televisión, es muy poco creíble que el linier no haya podido haber visto los dos fallos en la misma jugada. Ambos estaban mirando, juez de línea y de gol. Soy muy benevolente con el árbitro y hay errores entendibles, pero creer que esas jugadas no se vieron es difícil para mí, pero no merece la pena seguir dándole vueltas", indicó el Ingeniero, que echó balones fuera acerca del Real Madrid y Jose Mourinho: "No es mi objetivo entrenar al Madrid de nuevo. ¿Mourinho? Fue una gran decisión venir aquí".