El Unicaja disfrutó de descanso en la tarde del sábado y el domingo completo, pero Joan Plaza siguió activo. El sábado se le podía ver en la final de la Liga de Jábegas en la playa de la Misericordia. Siempre dice que pretende conocer la Málaga profunda y la esencia de la ciudad y, ahora que el ritmo competitivo aún no demanda atención exclusiva, lo hace cuando puede.

Y también aprovecha para estar pendiente de los internacionales que el Unicaja tiene dispersos en el Mundial. Ayer se le podía ver por las gradas de San Pablo, en Sevilla, contemplando los partidos que se celebraban en el pabellón en el que fue entrenador local durante tres temporadas. Un Mundial siempre es un gran acontecimiento de obligada asistencia para el universo baloncestístico y más si hay jugadores propios. Pudo aprovechar Plaza para departir en persona por primera vez desde que se concretó el fichaje con Kostas Vasileiadis, al que le deseó suerte para el resto del campeonato en una charla distentida y sin mayores pretensiones que no descarta repetir en Granada con Stefan Markovic. Allí está el base serbio desarrollando la primera fase del Mundial. Alguna tarde libre de esta semana puede coger la A 92 con rumbo a la capital nazarí.

La fase final en Madrid, en la que presumiblemente estarán Zoran Dragic y Mindaugas Kuzminskas pilla algo más lejos y ya con el Unicaja cerca de sus primeros partidos amistoso. Hoy toca vuelta al trabajo con una doble sesión con la que retomar la rutina de ejercicio.